Ferrari examina a Rossi en Valencia

Tras año y medio de devaneos, Valentino Rossi se enfrentará la próxima semana en el circuito valenciano de Cheste a la prueba que le puede abrir o cerrar definitivamente las puertas de su última meta: disputar el Campeonato del Mundo de fórmula 1.

Dos títulos mundiales de Moto GP ha celebrado Rossi desde el 21 de abril de 2004. Aquel día, en el circuito privado de Ferrari en Fiorano y como resultas de una cena informal en Australia del campeón de Moto GP y un grupo de ingenieros de la escudería del cavallino rampante, il Dottore se puso al volante del F2003. Y le gustó. Tanto a él como a la cúpula de Ferrari, a los seguidores italianos y a Bernie Ecclestone, patrón del Mundial de F-1. Conscientes todos del impacto mediático que supondría la alianza entre una de las figuras más populares del panorama deportivo mundial y Ferrari, las dos partes convinieron en repetir la experiencia para, con el tiempo, evaluar las opciones reales de que la hazaña cuaje. Cuando el próximo martes se suba de nuevo al Ferrari, Vale llevará a cabo un test oficial en toda regla. A diferencia de las pruebas anteriores, no estará sólo Rossi sobre el asfalto de Cheste. Ferrari quiere ponerle a prueba con tráfico en la pista, ver sus reacciones y comprobar si es el mismo Valentino que nunca se arruga a lomos de una moto.

En los tres días de entrenamientos previstos, el italiano coincidirá en la pista con otros equipos, como McLaren, Honda y Toyota, aunque no lo hará con Renault, que el mismo martes se presentará en Montecarlo con Fernando Alonso como bandera.

Sí estarán en Valencia Michael Schumacher y Felipe Massa, circunstanciales compañeros de Valentino en la escudería italiana. "Será bonito que Rossi pruebe el coche con otros pilotos en pista", señaló ayer Massa, autor del mejor registro del día en Montmeló. "Cuando haya rodado acompañado de otros podrá decidir mejor si su deseo es pasarse a la F-1. La próxima semana se verá si es tan rápido con el coche como lo es con la moto", apostilló el piloto brasileño, que rodó un segundo más rápido con el F2004 que Michael Schumacher con el flamante 248F1.

El piloto alemán sufrió dos salidas de pista en el circuito barcelonés y, a tenor de los tiempos registrados, la gran superioridad que se le adivinaba al nuevo bólido rojo para el curso que comienza en marzo puede no ser tanta. "El nuevo Ferrari no es un coche estratosférico", señaló tras la sesión Pedro Martínez de la Rosa, quien giró ayer con el MP4-20 de la temporada pasada. Y añadió: "Es un coche que se puede batir porque sus tiempos no están a la altura de los de 2004". El piloto probador de McLaren reconoció que Mercedes se está aplicando para dotar de más potencia al nuevo MP4-21 que ayer probó, por primera vez, Kimi Raikkonen. Su registro en Montmeló fue casi dos segundos más lento que el de Massa. Los ingenieros de McLaren limitaron el máximo de revoluciones de los bólidos con el objetivo de realizar el mayor número de vueltas y reducir al máximo el riesgo de rotura, su punto flaco la pasada temporada.

Por otra parte, la escudería Super Aguri, tras obtener el apoyo del resto de las escuderías y cumplir con las exigencias económicas de la FIA (un depósito de 48 millones de dólares), ya figura en la parrilla de salida del Mundial de 2006, que contará con 11 equipos y 22 bólidos. Super Aguri pretende empezar con dos Arrows A23 de 2002 para los tres primeros grandes premios y contar con un monoplaza nuevo con la llegada a Europa del certamen, en el de San Marino.

Los mejores tiempos: 1º Massa (Ferrari), 1m 15,970s; 2º Barrichello (Honda), 1m 16,361; 3º Fisichella (Renault), 1m 16,365; 4º Heidfeld (BMW-Sauber), 1m 16,549s; 5º Button (Honda), 1m 16,739. 6º Alonso (Renault), 1m 16,754s 8º M. Schumacher (Ferrari), 1m 16,907s; 12º Raikkonen (McLaren-Mercedes), 1m 17,741s.