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Camps y Such contestan a Alfonso Guerra que la reforma del Estatut es constitucional y avanzada

El presidente dice que es un texto "leal" a España y el PSPV que está apoyado por Zapatero

Las dudas del socialista Alfonso Guerra sobre la constitucionalidad de la reforma del Estatut forzaron ayer a populares y socialistas a salir de nuevo en defensa del texto y, de paso, cruzarse reproches. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dijo que el articulado aprobado por las Cortes "es constitucional hasta las cachas" y acusó a Guerra de "levantar cortinas de humo" para tapar reformas como la catalana. El socialista Antoni Such obvió las declaraciones de Guerra y añadió que el texto está apoyado por la dirección del PSOE y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, acusó ayer "a quienes tachan de inconstitucional la reforma del Estatut" de levantar "cortinas de humo" para tapar reformas como la catalana, "que sí habla de autodeterminación y de modificar leyes estatales". Camps respondió así al presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, el socialista Alfonso Guerra, quien se reunió hace unos días con la responsable de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, para plantearle sus dudas sobre algunos de los artículos del texto valenciano. En concreto, Guerra exponía sus reticencias acerca de la descentralización de la Justicia, el servicio tributario, la conocida cláusula Camps, el uso del valenciano y la carta de derechos. "Es constitucional hasta las cachas", subrayó el presidente, quien agregó que además de ser "leal" al texto constituyente y a España cuenta con el doble consenso del PP y PSOE autonómico y estatal y es un estatuto que no modifica leyes estatales.

Camps pidió a Guerra que "no maree la perdiz" con la vista puesta en la reforma del estatuto catalán "que sí habla de nación, autodeterminación y de modificar leyes estatales". El presidente cuestionó la autoridad de Guerra para hablar del Estatut cuando, en su opinión, fue él quien en los 80 "paró el proceso autonómico valenciano". Es una "de las grandes paradojas" de este tiempo que una de las personas que forman parte de "las páginas más oscuras de la democracia española" y que "se cargó la división de poderes" haga estas manifestaciones, en opinión de Camps.

El portavoz del Consell, Esteban González Pons, criticó el "doble rasero" y el "cinismo" del presidente de la Comisión Constitucional del Congreso y afirmó que "tiene narices que sea el PSOE, que es el partido que está promoviendo un Plan Ibarretxe alternativo, el que plantee dudas sobre la constitucionalidad del Estatut valenciano".

En el PSPV, el dirigente Antoni Such, calificó el texto de "progresista y avanzado" y, obviando las dudas del también socialista Alfonso Guerra, insistió en que el articulado pactado cuenta con el respaldo de la dirección federal del PSOE y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Such pidió al PP que no convierta el pacto de la reforma en escenario de su confrontación interna.

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