"Respetamos al 100% el código de autorregulación"
Televisión Española planteó la emisión de concursos de conocimientos como alternativa a las telenovelas que invadían la programación vespertina de La Primera. De ese compromiso, adquirido por la actual directora general de RTVE, Carmen Caffarel, en el Consejo de Administración del Ente Público y en la Comisión de Control parlamentario, nació El enemigo en casa. Presentado por Daniel Domenjó (Barcelona, 1974), el concurso está basado en un formato importado de la cadena pública británica BBC y desde hace dos semanas se abre paso (TVE-1, 17.50) en una rejilla que hasta ahora ha sido escaparate de culebrones latinoamericanos.
Pregunta. ¿Qué diferencia a El enemigo en casa de los concursos de las televisiones privadas, ¡Allá tú! y Números locos?
Respuesta. Es un concurso en el que no prima el azar. Al margen de tener un ingrediente nuevo -el concursante infiltrado o tramposo- aporta un look innovador. Tiene una estética moderna. A veces puede parecer frío, pero cuando el espectador se familiariza ve que es un juego de complicidades. Además, ha apostado por un presentador que no vendía popularidad, sino ciertas dotes para la observación y la sospecha.
P. ¿Se ajusta al código de autorregulación sobre los contenidos en horario infantil?
R. Lo respetamos al 100%. El programa tiene imagen de marca, es apto para todos los públicos y premia la cultura y la estrategia de los participantes. Es un producto netamente de servicio público, la
única propuesta nueva de las televisiones que firmaron el código de autorregulación hace cinco meses. Algunas cadenas nos han contraprogramado con las imágenes más morbosas de sus programas de telerrealidad.
P. ¿Ir detrás de una telenovela beneficia o perjudica al espacio?
R. No estamos hablando del mismo público. Hay espectadores que nos comentan que les gustaría que se emitiera un poco más tarde. Es gente que no acostumbra a ver telenovelas y quizá ir un poco más tarde nos vendría bien.
P. ¿Qué tipo de público sigue El enemigo en casa?
R. En sólo dos semanas hemos observado que tiene alrededor de un millón de seguidores y que el público es muy fiel. Esto es muy positivo. No robamos espectadores a las autonómicas, sino a Sobera [presentador de Números locos en Antena 3] y a A tu lado. Según los analistas, quizá el público está cansado de lo que le ofrecen las privadas y quiere despedirse de viejos hábitos televisivos.
P. ¿Han percibido el peso de la BBC a la hora de adaptar el formato?
R. Lo hemos sentido. Dos delegados de la BBC estuvieron presentes en los primeros días de grabación y quedaron francamente satisfechos porque El enemigo en casa es fiel al original. Hay claras diferencias en el perfil del presentador. El de la BBC tiene casi cincuenta años y un look muy distinto al mío. Nos dio algunos consejos que no se ven en pantalla, como trucos para romper el hielo con los concursantes.
P. Usted ha estado vinculado a la información, ¿se siente ahora más showman que periodista?
R. Si se quiere crecer a nivel profesional hay que tocar diferentes registros. Durante los últimos dos años he alternado el magacín Catalunya Avui con El debate de La 2. Ahora sí me siento un poco showman. Me lo paso muy bien y creo que mi futuro podría ir más en esa dirección.
