Quinto y Vanessa traen aire fresco con sus poemarios
La piel del vigilante, de Raúl Quinto, y Colegio de monjas, de Alejandra Vanessa, fueron, respectivamente, ganador y mención especial en la última edición de los Premios Andalucía Joven de Poesía. La editorial DVD acaba de sacar a la luz ambos títulos, dos ejemplos del rumbo que la lírica del sur está tomando bajo los signos de la frescura, la pujanza y la diversidad estética.
Nacido en Cartagena en 1978 pero estrechamente vinculado a Granada, Raúl Quinto se inspiró en el clásico del cómic Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, para componer su poemario. Emparentado en cierto sentido con autores como Luis Alberto de Cuenca o Rafael Ramírez Escoto, que también tomaron la viñeta como pretexto para desarrollar un discurso poético y existencial, Quinto quedó "fascinado" con la lectura casual de Watchmen y concibió la idea de escribir "un poemario inspirado en los personajes teniendo clara la estructura desde el principio", recuerda. Al igual que en su debú poético, Grietas (2002), Raúl Quinto pretendía "un libro unificado de principio a fin".
Su defensa del cómic como "noveno arte" no admite fisuras: "Aunque la polémica es muy vieja, me gusta la idea de unir un arte institucionalizado como la poesía con algo que todavía sigue siendo considerado subcultura. Creo que el cómic tiene un lugar en lo que llamamos 'alta cultura'. Watchmen es sólo un ejemplo de ello", añade.
Rebelde y provocadora
Por su parte, Alejandra Vanessa (Córdoba, 1981) se revela en Colegio de monjas como una pluma audaz, formalmente rebelde y a ratos provocadora, aunque ella insiste en que "no es algo premeditado". "De algún modo trato de romper algunos esquemas establecidos, pero los poemas surgen solos, la propia temática va pidiendo lo demás", explica.
En sus propias palabras, el libro galardonado "surgió a partir de un poema que hablaba de aquel colegio de monjas". "Alguien lo leyó, me animó a seguir esa línea y fue creciendo. Trata de contar esa experiencia, la pérdida de la inocencia y la memoria de los años escolares, vistos ya desde mi edad. También están muy presentes el humor, la ironía, los valores adquiridos que van cambiando con el tiempo", puntualiza.
Afín a una generación de poetas españolas en permanente proceso de renovación de los cánones heredados, Alejandra Vanessa no se siente, en cambio, integrada en ningún grupo concreto. Incluso rechaza la idea de un tándem con su amiga Elena Medel, autora del poemario Mi primer bikini. "Es obvio que Elena y yo conectamos en muchos sentidos, pero no me planteo ser fiel a ninguna tendencia. Me considero tan sólo poeta joven de Córdoba, o de España", concluye la autora.
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