_
_
_
_
_
Reportaje:

El espectador como tercer actor

El director Ricardo Campelo y la actriz Luisa Torregrosa crean en Jaén Teatro Xtremo, una sala para nuevas tendencias

La sala Teatro Xtremo de Jaén no tiene guardarropa, tampoco palcos y el público, si se descuida, acaba formando parte del espectáculo. No sólo porque puede que un actor rompa con el guión y se dirija al atónito espectador en el momento más inesperado de la función, sino porque, desde un principio, uno no sabe dónde comienza el escenario y dónde el patio de butacas. Éste es el punto de arranque de la nueva propuesta del director Ricardo Campelo (Caracas, Venezuela, 1979) y de la actriz y escritora Luisa Torregrosa (Jaén, 1976), ambos con una trayectoria en distintas compañías españolas y latinoamericanas, y que ahora han decidido crear su propia sala y grupo teatral en la capital jienense.

Más información
Producción, exhibición y formación

Entre funciones y giras, Campelo y Torregrosa, que se conocieron en 2001 cuando el director estrenó Otelo en Madrid, sacaron tiempo para elaborar su proyecto de crear una sala y un grupo teatral y presentarlo bajo el nombre de Teatro Xtremo al Instituto de Empleo y Formación Empresarial (IMEFE) del Ayuntamiento de Jaén.

"Aunque muchos pueden pensarlo, no se trata de un proyecto hecho a lo loco. Realizamos un estudio de mercado y llegamos a la conclusión de que en el panorama cultural de Jaén no existía una oferta que contemplase un teatro diferente, rompedor y trasgresor", explica Torregrosa.

Comedia hiperrealista

El espectáculo encargado de inaugurar la sala es Fotomatón, del dramaturgo venezolano Gustavo Ott, que Campelo y Torregrosa, junto al actor Aitor Gaviria, ya han paseado por buena parte de la geografía española. A Jaén llegó el 3 de marzo y se mantendrá en cartelera hasta el próximo 17 de abril. "Se trata de una comedia hiperrealista que responde a lo que se conoce como estilo macabro iberoamericano", adelanta Ricardo Campelo. Con el público como tercer actor, la historia que cuenta Fotomatón es peculiar: se desarrolla en un cuarto de autopsia donde reposa el cadáver de un jugador del Atlético de Madrid, fallecido durante un partido. Desde su óptica, el cadáver muestra a su familia, reunida en torno a él después de conocer el suceso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Desde la hermana conservadora pija, hasta la madre ninfómana, pasando por un tío anarquista y un padre republicano exiliado, la obra es una crítica agresiva y mordaz a la familia de hoy día", resume el director de Fotomatón, quien subraya el papel de Aitor Gaviria por ser el encargado de interpretar a los ocho personajes de la obra.

Aunque los jóvenes se habían convertido en el público objetivo de estos dos promotores, ambos muestran su sorpresa porque hasta la sala Teatro Xtremo (calle Picadero II, 8, precio de la entrada, 6 euros) también se están acercando espectadores de edades más avanzadas. "Para nuestra alegría, más de una señora con abrigo de pieles y superando los 60 años ha aguantado estoicamente sentada en la primera fila", añade Luisa Torregrosa.

Aunque reconocen que el proyecto ha comenzado "mejor de lo esperado", Campelo y Torregrosa afirman que lo más duro es mantener una sala de teatro alternativo que programa obras españolas y latinoamericanas. Por ahora ya tienen programadas las dos próximas obras. Encuentro en el parque peligroso, del también venezolano Rodolfo Santana, y No dejes que salga el humo, de la propia Luisa Torregrosa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_