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Columna
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Lo que queda de la Agenda de Lisboa

Joaquín Estefanía

Los jefes de Estado y de Gobierno de los quince estados europeos que formaban la UE en el año 2000 se reunieron entonces en Lisboa y establecieron como meta transformarse en la zona más competitiva del mundo una década después. Era una bonita idea fuerza, pero sin instrumentos que la hicieran realidad. Este año celebramos el paso del ecuador de la llamada Agenda de Lisboa, y con tal motivo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso (el anfitrión de la foto de las Azores) ha decidido poner al día aquella estrategia desde criterios menos ambiciosos y no utópicos.

La revisión de Lisboa coincide con el periodo de aprobación de la Constitución Europea. Desde el punto de vista económico, la coyuntura es la siguiente: la UE ha perdido potencial de crecimiento (del 3% del PIB al 2%) y se aleja de aquél a quien quería acercarse, EEUU, que ha crecido en 2004 por encima del 4%; el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) está desarbolado y en vías de una reforma cuyo alcance aún no se conoce; y las Perspectivas Financieras de la zona, sometidas a un intenso debate del que no se libra ni el porcentaje de los presupuestos nacionales que supondrá el Presupuesto europeo.

Es decir, ni reglas del juego claras ni política económica común, que es lo que dice el tratado constitucional que se ha de tener. Lo único que funciona es el Banco Central Europeo, que regula la política monetaria. Ya que estamos en una tormenta de ideas y de cambios, ¿no sería bueno introducir en el cóctel una ampliación de los objetivos del BCE, a imagen y semejanza de la Reserva Federal americana (Fed), para que, además de los precios, tenga en cuenta el crecimiento y el empleo, prioridades del equipo de Durao Barroso? El artículo III-185 del tratado constitucional dice que "el objetivo principal del Sistema Europeo de Bancos Centrales será mantener la estabilidad de precios. Sin perjuicio de ese objetivo... apoyará las políticas económicas generales de la Unión para contribuir a la realización de los objetivos de ésta" (desarrollo sostenible, crecimiento equilibrado, economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social...).

La Agenda de Lisboa renovada abandona objetivos imposibles como el conseguir una tasa de ocupación europea del 70% para el año 2010 (lo que significaría crear 22 millones de trabajo en los próximos cinco años) y establece una cifra de seis millones de empleos, con un crecimiento anual medio del 3%. Las otras herramientas son aumentar el nivel educativo de los ciudadanos, lograr el 3% de inversión pública en I+D, y proseguir la política de liberalizaciones, sobre todo en telecomunicaciones y energía.

Buenos propósitos si no fuera por la metáfora utilizada por el presidente de la Comisión: el crecimiento económico es como un hijo enfermo. "Y si un hijo está enfermo, estoy dispuesto a dejarlo todo hasta que recupere la salud, lo que no significa que quiera menos a los otros dos". Esos "otros dos" serían la política social y medioambiental, que podrían experimentar retrocesos. El grupo parlamentario socialista reaccionó inmediatamente estimando que forma parte de la naturaleza europea su modelo social, de modo que la política a seguir debe lograr un equilibrio y una interdependencia entre los aspectos económicos, sociales y medioambientales. No una política con un brazo más largo que el otro.

Vamos a tener un ejemplo práctico en Alemania. Este país acaba de anunciar un número de parados superior a los cinco millones de personas, y las perspectivas de crecimiento para 2005 (1,6% del PIB) son inferiores a las de un ejercicio antes. Alemania lleva tres años superando el 3% del PIB de déficit público y, por tanto inclumpliendo las normas del PEC. Para variar la insana tendencia del crecimiento y del paro, ¿va a continuar en la senda del ajuste presupuestario o salir de la debilidad supone nuevas medidas de estímulo de la economía, independientemente de que se sajen los abusos y las corruptelas de su Estado del Bienestar?

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