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Reportaje:

Diez años sin Diamantino

El Sindicato de Obreros del Campo prepara un homenaje al cura jornalero, fallecido hace diez años

Alejandro Bolaños

"Hace más de 20 años andaba con Diamantino por Roquetas de Mar, él siempre supo ver con antelación donde estaban los problemas. Allí había ya miles de inmigrantes en una situación miserable, y nos dimos cuenta de que el sindicato tenía que empezar a trabajar con ellos". Diego Cañamero atesora muchos recuerdos de Diamantino García, el cura que, a finales de los años sesenta, fue a ejercer su vocación sacerdotal junto a otros tres compañeros a los pueblos de la Sierra Sur de Sevilla, una comarca de latifundios y jornaleros.

En Los Corrales, un pueblo de 4.000 habitantes donde la inmensa mayoría de las familias malvivía del campo, forzadas a desplazarse a dónde hubiese un jornal, el joven cura comprobó hasta donde puede llegar el reparto injusto de la riqueza. Quiso, en sus palabras, una vida "sencilla, generosa y comprometida".

Los escritos del cura censuran a los alcaldes que se pelean por ir al frente de procesiones

Sus palabras no estaban huecas. Renunció a su paga sacerdotal para ganarse el jornal junto a las familias de su parroquia, para ser cura y bracero en los remolques que iban a la siguiente cosecha. Su intensa militancia contra la injusticia le llevó a impulsar, junto a otros, la creación de diversos colectivos sociales, como el Sindicato de Obreros del Campo (1976), la organización que dirige ahora su íntimo amigo Cañamero.

Diamantino García no sólo fue uno de los dirigentes fundadores del Sindicato de Obreros del Campo y se involucró hasta el final en lucha de los jornaleros por sueldos justos y el acceso a la propiedad de la tierra. También creó y presidió apenas cinco años antes de su muerte (falleció en 1995), la asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía que, desde el principio, centró su actividad en defender los derechos de los presos en las cárceles, denunciar la desastrosa situación de los inmigrantes indocumentados y trabajar en la erradicación del chabolismo. Y participó en el desarrollo de la ONG Entrepueblos en Andalucía. Amén de una actividad sacerdotal entroncada con la teología de la liberación que había prendido en las zonas más empobrecidas de Centroamérica, adónde viajó en varias ocasiones. Una posición que le llevó a formar parte de Misión del Sur, un movimiento creado a finales de los setenta por unos 300 religiosos, que pretendían "vivir su fe cristiana entre los pobres" y que en muchos casos trabajaban como jornaleros, obreros o asalariados en la hostelería para estar junto a ellos.

"La Iglesia que domina es una agencia de servicios religiosos: bautizos, bodas, entierros, comuniones. Y una institución preocupada por mantener influencias sociales a través de colegios, residencias, asociaciones...". Sus críticas a la jerarquía eclesiástica fueron duras, pero aún así tuvo buena relación con los cardenales de Sevilla, Bueno Monreal y Amigo Vallejo.

Su comportamiento ético también fue reconocido por todo tipo de colectivos sociales y partidos políticos cuando falleció, pese a que sus posiciones y pensamientos siempre fueron muy incómodos para el poder. En sus escritos, recopilados en el libro Como un diamante por la editorial Nueva Utopía carga contra la Junta de Andalucía por dejar la reforma agraria en "papel mojado", censura a los alcaldes socialistas que se pelean por ponerse al frente de procesiones religiosas, denuncia la existencia de un "Cuarto Mundo" en las chabola de El Vacie de Sevilla o advierte de que la presión de los inmigrantes empobrecidos de África acabará por echar abajo "el muro de Berlín del Sur".

Andalucía ha cambiado desde los años setenta. ¿Y las injusticas contra las que luchaba Diamantino García en sus pueblos?, "Las causas por las que peleaba siguen existiendo, la gente que las sufre sigue siendo la misma, el problema de la inmigración incluso ha empeorado, la diferencia es que la sociedad se ha despreocupado", opina Cañamero.

Los pueblos en los que luchó Diamantino le recuerdan cada año, pero en el décimo aniversario de su muerte, el SOC hará una ofrenda floral en el cementerio de Sevilla el próximo día 9. Un acto sencillo para honrar la memoria de alguien que se ganó a pulso el título de cura de los pobres.

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