Religión en la escuela
Escucho a la consejera de Educación por la radio. Dice que la religión debe estar fuera de la escuela pública porque no ve bien dividir a los alumnos. Es una opinión sin duda respetable. El problema es que el 75% de los padres no opinan como ella y eligen cada año que se dé religión a sus hijos en la escuela. Lo de dividir las clases también pasa en las asignaturas optativas o de libre elección: no parece que cause mucho trauma. Pienso que, en el fondo, el problema quizá no confesado es que si accede a la demanda social de dar clases de religión en la escuela, se le pueda acusar de ser poco progresista. Debería tener en cuenta la consejera que progresismo viene de progreso. Es decir, de no anquilosarse en el pasado. Así lo han entendido Tony Blair, quien parece que respeta exquisitamente la religión en el Reino Unido, y los socialistas italianos, bajo cuyo mandato se aprobó la clase de religión en Italia. Progresismo quiere decir escuchar a las personas, conocer las demandas sociales y actuar con sentido común.
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