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Entrevista:Carlos Sainz | Bicampeón mundial de rallies

"Cambié el concepto de piloto y lo profesionalicé"

Carlos Sainz (Madrid, 12 de abril de 1962) comenzó ayer su última aventura automovilística en España: el Rally Cataluña-Costa Brava, la penúltima cita del Campeonato del Mundo de 2004; la última será la de Australia. Una vivencia especial para él -"espero disfrutarla; pero, en realidad, cuando te pones el casco y te subes al coche, te olvidas de todo y sólo te centras en marcar buenos tiempos, hacer un buen papel y, si es posible, ganar", advierte- porque se despide de una afición que le ha seguido fielmente y le ha dado su apoyo en los momentos exitosos, como cuando consiguió el título en 1990 y 1992, y en los decepcionantes. El madrileño, que no ha tenido demasiado fortuna en la única prueba española de la competición y no se impone en ella desde 1995, ha llegado a Lloret de Mar (Girona) en el mejor equipo, el Citröen, y luchando todavía por el subcampeonato -el peldaño más alto del podio ya se lo ha asegurado precisamente su compañero, el francés Sebastien Loeb-. Anunciada su retirada para el final de esta temporada, se despide como el piloto que más rallies ha ganado: 26.

"Antes las marcas contrataban especialistas, ahora podemos ganar en cualquier superficie"
"Lo de la mala suerte me hace sonreír. Me siento afortunado. He disfrutado de mi pasión, los coches"
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Pregunta. Se va siendo el mejor piloto español de rallies, pero con la leyenda de que la mala suerte le ha perseguido. Otros muchos también han sufrido desgracias y abandonos cruciales.

Respuesta. Lo de la mala suerte es una historia que, realmente, me hace sonreír. Siempre digo lo mismo: si no hubiera tenido mala suerte ¿qué más habría podido conseguir? Tengo el récord de victorias y el de podios; dos campeonatos del mundo, cuatro subcampeonatos y no recuerdo cuántos terceros puestos... También soy quien más rallies diferentes ha ganado en la historia. Creo que los números hablan por sí solos. Si todo eso es haber tenido mala suerte... Yo me considero todo lo contrario: muy afortunado por haber podido hacer lo que me ha gustado en la vida. He disfrutado de mi pasión, los coches. He cumplido mis objetivos. Así que, a nivel personal, no tengo ningún pero. Sinceramente, quien opina eso es que no conoce ni mi vida, ni mi trayectoria, ni sabe lo que son las carreras.

P. Lo que está claro es que con un poquito más de suerte sí habría podido acabar al menos algunos rallies importantes y tener, como mínimo, un título mundial más.

R. O dos. Con un poco más de suerte, ahora tendría otros dos títulos. Pero también con un poquito de mala suerte igual no habría ganado ninguno. Esto de la buena y la mala suerte nunca lo he considerado.

P. ¿Qué piensa cuando se le recuerda aquellas frases de "arranca, Carlos [Sainz]" o "la cagamos, Luis [Moya]", que se han hecho tristemente famosas?

R. Hay que tener en cuenta que son frases dichas en caliente y ofrecidas por una cadena de televisión. En un coche de rallies se vive con mucha tensión. Se va al límite, con mucho riesgo. Y son frases que te salen y que han hecho historia. Pero yo no perdería ni un minuto en hablar de eso. Repito que no me considero un piloto con mala suerte. Creo que son mucho más importantes los recuerdos de cuando he estado arriba, en el podio. Yo siempre suelo quedarme con los momentos buenos, con las cosas positivas; como todo el mundo. De lo malo se aprende y... se pasa página. Hay muchos aspectos buenos por los que se me puede recordar.

P. A sus 42 años, ¿se ve un piloto distinto a los demás?

R. Distinto... no lo sé. Pero, cuando yo llegué al Mundial, los pilotos eran de una forma y ahora son de otra. Las marcas contrataban a especialistas y yo pensé que había que cambiar eso porque los pilotos de rallies debían ser competitivos en todas las superficies. Y, en efecto, se ha cambiado. Ahora pueden ganar en cualquier tipo de superficies. Eso se ha convertido en fundamental.

P. Además, aportó la necesidad de estar bien preparado físicamente. Siempre ha trabajado mucho ese detalle.

R. Lo que siempre he tratado es de profesionalizar la vida del piloto de rallies. Y creo que lo he logrado. Ahora somos todos mucho más profesionales que antes.

P. Sin embargo, a usted no le gusta el cariz que está tomando el Mundial.

R. Ha evolucionado mucho. Pero, sobre todo, hay muchas más carreras. Se ha pasado de 12 a 14 y de 14 a 16 en un periodo muy corto de tiempo. Además, los rallies son diferentes porque se han concentrado en un solo lugar las asistencias y eso reduce las posibilidades de los recorridos. Pero pienso que hay que adaptarse a esa clase de carreras. Lo que ocurre es que ni los pilotos ni las marcas están contentos con este calendario. Hay un exceso de pruebas.

P. ¿Dice adiós por este alto nivel de exigencia?

R. La exigencia siempre ha sido muy alta en los rallies. Cuando uno tiene 20 o 25 años y no ha formado todavía una familia, da lo mismo pasarse 360 días fuera de casa. Pero, para mí, todo ha cambiado ahora. Necesito estar más en mi casa y dedicar más tiempo a mis tres hijos [Blanca, Carlos y Ana] y a mi esposa [Reyes]. Y el campeonato está yendo por unos derroteros inasumibles. Este año, por ejemplo, en Citröen, una marca puntera que hace muchas pruebas y quiere que la mayoría las haga yo, entre lo uno y lo otro he sumado una cantidad brutal de días fuera de casa.

P. Se va por la puerta grande, con una oferta de Citröen para seguir y muchos proyectos.

R. Sí. Pero estoy en un periodo de reflexión. La decisión ha sido difícil porque el equipo es el mejor del mundo. Tuve que pensarlo mucho, pues correr todavía me apetece. Pero, al final, han prevalecido los intereses personales. Creo que la decisión es la acertada. En cuanto a los proyectos... Vendrán algo más tarde, los valoraré y pensaré si hay algún reto que me atrae de verdad.

P. ¿Se le verá en el Rally Dakar?

R. No lo descarto. No en el próximo, eso seguro; pero tal vez más adelante. Es otro tipo de competición y podría interesarme.

P. El porvenir de los rallies en España queda un poco en el aire. Hay algún piloto interesante, pero las condiciones son difíciles.

R. Lo son para todo el mundo. Tanto en Francia como en Italia -ahora no hay ningún italiano-, Alemania o Gran Bretaña -tampoco hay ningún inglés o escocés-. Lo que hay que intentar es que salga alguien rápidamente para que el Mundial esté el menos tiempo posible sin un español luchando por el triunfo final. Eso es algo que debemos conseguir entre todos.

P. ¿A quiénes ve ahí?

R. A tres o cuatro: Dani Solá, Daniel Sorbo, Xevi Pons... Están empezando su andadura para tratar de lograr un coche oficial. Eso es duro, pero no sólo para ellos. De hecho, el campeón mundial Peter Solberg, es el primer noruego que ha logrado serlo y se ha abierto camino porque tiene unas cualidades incuestionables. Pero una cosa es tener cualidades para ganar un rally del Campeonato de España; otra, tenerlas para imponerse en uno del Mundial, y otra, para ser campeón. Cada paso hay que demostrarlo.

P. ¿Va a involucrarse con alguno de ellos?

R. Ayudaré a los pilotos españoles en todo lo que pueda y al máximo.

Carlos Sainz, con dos de sus hijos, Carlos y Ana.
Carlos Sainz, con dos de sus hijos, Carlos y Ana.EFE

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