El porcino pide ayudas por producir electricidad a partir de los purines

Alrededor de 300 ganaderos del sector del porcino se manifestaron ayer ante la Subdelegación del Gobierno central en Lleida para reclamar más ayudas públicas para las plantas de cogeneración que sirven para el tratamiento de los purines. El sector exige un aumento de las primas que perciben estas plantas para generar electricidad a partir de los excrementos de los cerdos y piden , además, que la Administración autorice las instalaciones que se hallan en fase de proyecto.

Las cooperativas ganaderas agrupadas en la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) decidieron organizar la protesta de ayer después del fracaso de las negociaciones llevadas a cabo con representantes de partidos políticos y altos cargos del Ministerio de Industria con el fin de conseguir una subida de las primas para la producción eléctrica que generan estas plantas.

Las plantas de cogeneración permiten producir energía eléctrica al mismo tiempo que calor, que es utilizado para secar los purines. Con este proceso se consigue que las deyecciones del ganado sean menos contaminantes y más aprovechables como abono orgánico. El problema, según los responsables de la FCAC, es que estas infraestructuras no son viables si no se paga mejor la electricidad producida por las plantas de cogeneración, que además están dotadas con sistemas que evitan la emisión de gases nocvos para el medio ambiente.

El sector considera que la construcción de este tipo de plantas es absolutamente imprescindible, sobre todo en las comarcas que tienen una nutrida cabaña de porcino, donde no hay suficientes tierras de cultivo para absorber las toneladas de purines que producen y, por tanto, tienen un problema en la acumulación y posterior eliminación de los excedentes.

Problema ecológico

En Cataluña, los purines representan desde hace algunos años un problema importante desde el punto de vista ecológico y de salud, ya que las filtraciones de esos excrementos contaminan la capa freática y las fuentes. Las comarcas con más cabaña pocina son la de Osona, en Barcelona, y Segrià, Noguera, Pla d'Urgell, Urgell, Segarra y Les Garrigues, en Lleida.

La FCAC, además de reivindicar primas más altas para la producción eléctrica de estas plantas, también reclama más ayudas públicas para la construcción de nuevas infraestructuras de este tipo, sin las cuales resulta poco rentable la producción de porcino, que es uno de los pilares básicos de la economía de estas comarcas.

Por otro lado está el problema medioambiental. En los últimos años, como consecuencia de la falta de tratamiento de los purines, los nitratos que contienen estas deyecciones porcinas han contaminado muchos pozos y fuentes al filtrarse en los campos de cultivo en los que se han esparcido.

Seis consejos comarcales de Lleida suscribirán mañana un manifiesto contra el borrador del nuevo mapa de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos elaborado por el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat.

La FCAC considera que este mapa responde a criterios técnicos poco fiables porque incluye zonas que todavía no están plenamente afectadas por el problema. La declaración de zona vulnerable supone un exhaustivo control de la actividad ganadera por parte de la Generalitat y obligaciones más estrictas para los productores.