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Reportaje:FÚTBOL | Cuarta jornada de Liga

Menos dinero, más prestigio

Di Vaio aceptó cobrar un tercio menos en el Valencia que en 'la Juve' para recuperar en España el crédito que cree que le faltó en Italia

"Mister, ¿qué le parece Di Vaio?". "Muy bueno, pero olvídate. Es imposible ficharlo". El secretario técnico del Valencia, Eduardo Macià, recuerda ahora esta conversación con el entrenador del equipo, Claudio Ranieri, a principios de junio. Y se siente orgulloso, claro. Porque fue posible. El Valencia pagará 10 millones a la Juve por Di Vaio, de 28 años, que llegó a Mestalla en julio y ya se ha convertido en la principal referencia atacante de su equipo: suma tres goles en la Liga en tres jornadas -iguala el mejor arranque de Mario Kempes- y otro tanto en la final de la Supercopa de Europa ante el Oporto (2-1).

Pero, ¿por qué fue posible? ¿Por qué aceptó cobrar un tercio menos del salario acordado con el Juventus para los próximos cuatro años, donde habría percibido unos 2,4 millones limpios por curso? No sólo eso. ¿Por qué aceptó pertenecer al segundo escalón de sueldos del Valencia, por detrás de Cañizares, Baraja, Vicente, Baraja y Abelda? "Por recuperar el prestigio", afirma Macià. "En Italia se sentía tratado injustamente. Se le exigía demostrar mucho en poco tiempo".

En efecto. Hay dos episodios del calcio que el nuevo delantero del Valencia vivió casi como un drama. El primero fue quedarse fuera de la alineación de la final de la Champions en 2003, entre el Juventus y el Milan, a pesar de que Nedved estaba lesionado y de que Di Vaio venía siendo su sustituto habitual. A última hora, sin embargo, el entrenador, Marcelo Lippi, prefirió a Camoranesi. Ganó el Milan. Y la segunda bofetada la recibió cuando Lippi admitió públicamente que le resultaba mucho más difícil dejar a Del Piero en el banquillo que a Di Vaio. Cuestión de prestigio. La sinceridad del técnico le dolió profundamente a Di Vaio, siempre a la sombra de Del Piero pese a que su llegada a Delle Alpi, dos años antes procedente del Parma, había sido para suplir una larga lesión de Trezeguet.

Ahora bien, recuperado el espigado delantero francés, Di Vaio se hospedó en el banquillo. Y Lippi no volvería a querer que actuara como primer delantero, sino como segundo y, por tanto, de recambio Del Piero, no de Trezeguet. Di Vaio se quejó de que Lippi nunca hablaba con él, de que lo ninguneaba. Y en el entorno del propio jugador se le achacó al chico falta de carácter: ser demasiado buena persona. Paradojas del fútbol, Lippi, ya de seleccionador italiano, lo convocó para el choque frente a Islandia y excluyó a Del Piero. Di Vaio ha sido 12 veces internacional.

A Di Vaio se le ve feliz en Valencia. Es un formidable contragolpeador y eso encaja en el gusto de Ranieri. Así fue cómo marcó 20 goles en su primer ejercicio en el Parma, en 2001-2002. "Es rápido de ejecución y de movimientos", explica Macià. "Se desmarca, se anticipa, recibe el balón libre y, sobre todo, es muy vertical: va directo a portería".

Romano de nacimiento, Di Vaio se crió en la escuela del Lazio, donde coincidió con Nesta, uno de sus mejores amigos. Y ahora ha caído en gracia en el vestuario valencianista. De ahí los elogios de Aimar: "Di Vaio se crea los espacios él solo. Gracias a eso, no hace falta demasiada puntería para encontrarlo cerca del arco y en buena posición". Y de ahí que Baraja, David Navarro y Vicente hayan imitado su cabeza rapada al uno. Ha creado imitadores por su peinado y por sus ganas de ganar.

Di Vaio, tras un disparo, en el partido del sábado ante la Real.
Di Vaio, tras un disparo, en el partido del sábado ante la Real.JOSÉ JORDÁN

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