Javi Moreno resucita y da el triunfo al Zaragoza

El Zaragoza y el Albacete demostraron ayer sobre el césped de la Romareda que el buen fútbol puede aparecer en cualquier partido. El público presente en las gradas pudo disfrutar de la emoción que aportan dos equipos que quieren ganar,que apuestan por un juego abierto y, además, rubrican la situación con un buen cúmulo de goles, que son la salsa del fútbol.

El partido comenzó de cara para el conjunto local. Javi Moreno se reencontró con el gol y adelantó a su equipo cuando apenas se habían jugado un par de minutos. El Zaragoza, con esta madrugadora ventaja, desenvolvió un juego creativo y sereno. Javi Moreno vivió ayer su tarde más fructífera desde que viste la camiseta del Zaragoza. Marcó goles y, además, se los facilitó a sus compañeros.

Durante esos primeros minutos el Zaragoza jugó de manera relajada, confiando en que esa ventaja en el marcador le iba a tener durante todo el encuentro. Pero el paso de los minutos demostraron lo contrario y tuvo que esforzarse al máximo para doblegar al Albacete.

Pacheco fue el encargado de acabar con esa soltura del juego aragonés al lograr el empate después de rematar a placer en dos ocasiones. Pero ése no fue el único fallo de la defensa maña, que volvió a verse superada por Redondo, que, a puerta vacía, logró adelantar al conjunto manchego.

Lejos de dejarse vencer por la remontada manchega el Zaragoza apostó por la velocidad en su ataque y los delanteros del equipo aragonés lograron solventar los errores de defensivos de sus compañeros. Javi Moreno fue el encargado se sellar una nueva igualada al rematar de cabeza un centro de Galletti.

Pero ninguno de los dos equipos se quiso conformar con el empate. El Zaragoza inició la remontada y logró una ventaja de dos goles que a la postre resultó definitiva para alcanzar el triunfo, aunque el equipo que dirige José González no se rindió y luchó sin descanso para acortar distancia y poner en un aprieto al Zaragoza, cuyos jugadores acabaron con la vista puesta en el reloj. El Albacete luchó hasta el último instante por arañar algún punto que llevarse a su casillero, todavía a cero.