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Reportaje:

Londres-Benidorm a 200 por hora

Los Mossos detienen en Tarragona a 68 participantes de un rally ilegal

Ferrari, Porsche, BMW, Mercedes, Subaru y hasta un Rolls Royce, muchos víctimas del tunning -el atrevido maquillaje que decora la carrocería- y todos con un número de competición. La AP-7 se ha convertido en Tarragona en cíclico escenario de las secuelas de Cannonball, aquella alocada película de 1981 en la que varios conductores cruzaban Estados Unidos de costa a costa a toda velocidad y sin escrúpulos con las normas de tráfico.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a 68 émulos de aquellos Burt Reynolds y Roger Moore a lo largo de la AP-7, la autopista que atraviesa Cataluña de norte a sur. El primer aviso había llegado de un conductor que relató atropelladamente cómo había sido adelantado por la izquierda y la derecha por dos deportivos de gran cilindrada a los que rápidamente perdió de vista tras trazar unas cuantas eses. Aunque los radares no registraron velocidades por encima de los 160 kilómetros por hora, la policía no descarta que algunos superaran los 200 kilómetros por hora.

Uno de los pilotos, que no tenía carné de conducir, pisó a fondo y consiguió escapar de la policía

Los detenidos, en su mayoría ingleses, habían partido el domingo de Londres con destino a Perpiñán. El libro de ruta preveía llegar ayer a Benidorm (Alicante). Los controles que los mossos colocaron en varios peajes no fueron suficientes para detener a los 122 coches que formaban la comitiva. En Tarragona, donde fueron retenidos 40 vehículos, la policía tuvo que solicitar prestado el aparcamiento de un hipermercado. Alrededor de 50 consiguieron pisar suelo valenciano, donde son buscados por la Guardia Civil. Un conductor, que carecía de carnet de conducir, pisó a fondo y logró escapar de la escolta policial.

A pesar de que la carrera lleva el acusador nombre de Cannonball Europe, su organizador sostenía ayer que no era más que un rally turístico. John Nicholls, detenido ayer, aseguró que el espíritu de la carrera incluye el respeto a los límites de velocidad. Muchos de los participantes reconocieron que acumulaban varias denuncias desde que empezó la competición.

Los mossos tomaron declaración a todos los detenidos por conducción temeraria, penada con 6 meses a 2 años de cárcel. También se enfrentan a multas de 450 euros por participar en una prueba deportiva sin autorización y otras de 360 euros por exceso de velocidad. Muchos de ellos pagaron con celeridad el importe para beneficiarse de los descuentos. Para Agustí Migó, jefe de tráfico de los mossos en Tarragona, los detenidos podrían haber incurrido en un delito de asociación ilícita. "Hay que preguntarse por qué no han hecho nada las autoridades inglesas y francesas", indicó Migó.

De "segunda división" calificó Migó el rally de ayer. El precedente lo justifica. Hace cinco meses fueron multados en carreteras tarraconenses 40 conductores que formaban parte del Gumball 3.000, un rally en el que se alcanzaron velocidades superiores a los 250 kilómetros por hora y en el que participaron 40 de las 500 grandes fortunas del mundo, según la organización.

La millonaria cuota de inscripción preveía la reserva de habitaciones en hoteles de cinco estrellas y un depósito para hacer frente a las probables multas. El actor Adrian Brody, la modelo Joddie Kidd, el músico Jamiroquay y la princesa Tamara Czartoryski-Borbón fueron algunos de los que firmaron el contrato, que terminaba así: "Entiendo totalmente que mi participación puede acarrear lesiones graves y/o la muerte de mí mismo o de otros".

Algunos coches, estacionados en el aparcamiento de un hipermercado de Tarragona.
Algunos coches, estacionados en el aparcamiento de un hipermercado de Tarragona.JOSEP LLUÍS SELLART

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