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Reportaje:RADIOGRAFÍA DE LAS DOS PLAZAS ESPAÑOLAS DEL NORTE DE ÁFRICA

Una ciudad ante el reto del desempleo y la inmigración

La entrada masiva de subsaharianos a través de la alambrada es uno de los problemas más graves que afronta Melilla

En julio, el Gobierno comenzó la última de las reformas de la valla que separa Ceuta de Marruecos, y es que todas las medidas parecen pocas para detener a los sin papeles. Los inmigrantes irregulares, que se agolpan a centenares en el lado marroquí -en Melilla principalmente-, tratan de entrar a España utilizando escaleras para saltar la alambrada. Pero no sólo los inmigrantes tratan de sortear el perímetro. En la dirección contraria, los porteadores esperan un despiste de la Guardia Civil para lanzar paquetes de contrabando por encima de la verja. Actualmente logran superar los tres metros de altura con relativa facilidad. Por eso el gobierno trabaja -el 35% ya ha sido realizado- en doblar la altura hasta seis metros para dificultar los saltos sobre la verja tanto de personas como de material. El récord mundial de salto con pértiga, de Sergey Bubka, está en 6,14 metros.

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Además de doblar la altura, en Ceuta se ha mejorado el sistema de detección de intrusos. Se han cambiado las cámaras de vigilancia (ahora las imágenes son en color), el cableado de los micrófonos y el ordenador central. En total, 1.775.000 euros, de los que 1,5 millones se destinarán a elevar la verja.

La cifra es ridícula si se compara con la cantidad de dinero que se ha tragado la frontera. En 1999, la valla que había en Ceuta resultaba insuficiente para contener a los inmigrantes que intentaban entrar. El Gobierno decidió cambiarla e invirtió 33.055.665 euros. No se había terminado y ya resultaba insuficiente para contener a los sin papeles. Además, sufrió desprendimientos por corrimientos de tierras. Había que cambiarla de nuevo. Se levantó otra nueva, más resistente, mejor equipada (con 17 torres de control) que supuso una inversión de 16.828.338 euros.

Esto en Ceuta. En Melilla, la alambrada también ha visto como se doblaba su altura, aunque sólo en tres de 12 kilómetros. La gran reforma del perímetro se realizó, en este caso, en 1998. Costó 9.015.181 euros.

Un aspecto de una calle del centro de Melilla.
Un aspecto de una calle del centro de Melilla.O. T.

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