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Entrevista:MUY PERSONAL | Javier Bosma | Atenas 2004

"No sé qué hacer cuando me retire"

Atenás será su tercera y, probablemente, última participación en unos Juegos. Javier Bosma (Roses; Girona, 1969) forma equipo en voley playa con el joven Pablo Herrera. Quiere medalla, pero no se sentirá fracasado si no lo consigue. De momento, ya están en octavos de final tras ganar ayer a Suiza.

Pregunta: ¿Qué destaca de su pareja deportiva?

Respuesta: Ha sido como tocado por una varita mágica. Todavía tiene que trabajar y madurar, aunque es raro ver a alguien de su edad que haya conseguido lo que él.

P: ¿Cómo se inició en el voley playa?

R: Empecé en el voleibol de pista. El fútbol no me llenaba. Enseguida destaqué gracias a mi condición física. Lo del voley playa lo descubrí más adelante, y me gustó más.

P: En Atenas hay un gran despliegue de seguridad, ¿tiene miedo?

R: No tengo ningún temor. Al mismo tiempo que se le da importancia supongo que se habrán tomado medidas.

P: En unos días de competición, cuatro años de esfuerzo.

R: Estresa, hasta cierto punto. Los deportistas de alto nivel somos ambiciosos, pero ya el hecho de haber estado en tres Juegos, y con un compañero distinto cada vez, es algo que no ha hecho nadie nunca.

P: ¿A quién teme?

R: A nosotros mismos.

P: ¿Qué defecto le gustaría pulir?

R: Siempre hay cositas que mejorar; como mi carácter, aunque ya ha cambiado bastante. Siempre he sido muy luchador, pero con un temperamento fuerte en el campo. Cuando era más joven era un cabronazo en la pista.

P: ¿Su gran momento?

R: He tenido varios. El mejor ha sido este año al ganar mi primer partido del circuito mundial. En los Juegos he estado cerca de la medalla y me gustaría ganarla esta vez.

P: ¿Tiene pesadillas?

R: Sólo con mantener la forma durante los Juegos.

P: ¿Cómo se distrae?

R: Siempre leo libros, incluso entre partido y partido. Para tener éxito en la competición hay que saber distraerse. También me gusta el bricolaje, el golf y el submarinismo.

P: ¿Y si no hubiera sido deportista?

R: No me lo imagino. Y ahora que llega el momento de retirarme, no sé muy bien qué hacer.

P: Se queda sin trabajo, ¿cómo se vendería?

R: Destacaría mi capacidad de sacrificio. He pasado por cinco operaciones de rodilla y he seguido jugando cuando los médicos me decían que lo dejase. También hablaría de mi honestidad y de mi carácter familiar.

P: ¿Envidia a los futbolistas por ser los deportistas que más atención y atracción provocan?

R: Sí agradezco no ser tan conocido como ellos y poder tomarme una caña tranquilo en una terraza. Me gusta ver un buen partido, pero el bombardeo de fútbol es tal que casi he llegado a aborrecer este deporte.

Bosma (derecha) abraza a Herrera tras ganar a Suiza.
Bosma (derecha) abraza a Herrera tras ganar a Suiza.REUTERS

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