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El K2 devuelve el cuerpo de Casarotto

Una expedición catalana encuentra los restos del alpinista italiano fallecido en 1986

Llegaron hace un mes y medio al K2, con 8.611 metros, la segunda cima más alta del mundo, para desafiar la Magic Line, la ruta más exigente de la montaña, y se encontraron con los restos del italiano Renato Casarotto, fallecido en 1986 al caer en una grieta situada a 20 minutos del campo base. Los catalanes Òscar Cadiach, Manel de la Matta, Jordi Tosas, Jordi Corominas y Valentí Giró, no daban crédito al hallazgo. Era Renato, todo un referente para los alpinistas de su generación. Inmediatamente, el grupo paró su actividad y cumplió con la ley por antonomasia del montañero. De manera discreta y sentida, procedieron al rescate y traslado de los restos del cadáver de Casarotto al lugar denominado Memorial, el púlpito donde se rinde homenaje a los alpinistas que perdieron la vida en el K2.

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Hace un año, un equipo de alpinistas de Kazajistán ya recuperaron algunos restos del cadáver de Casarotto. Pero el cuerpo, emergiendo de un río de hielo, fue hallado en la madrugada del pasado martes. Cadiach se adentró por el glaciar Filippi, muy cerca del campo base de la expedición catalana, para hacer una prospección del terreno y velar por la seguridad de las cuerdas fijas instaladas por el grupo. Vio un bulto que sobresalía de las rocas de hielo. Se acercó y confirmó lo que había intuido. Eran los restos de un cadáver, el de Casarotto. Una cinta de vídeo, una foto del K2 con anotaciones y unas cápsulas Edemox así lo probaron.

Cadiach bajó al campo base, a unos 5.000 metros. Extrajo de la prisión de hielo los restos de Casarotto con el fin de que el hallazgo no se convirtiera en un espectáculo macabro, como pasó, según relató Cadiach a este diario, con el cuerpo de un expedicionario japonés y que fue objeto de una disputa entre cuatro fotógrafos que se han acercado al K2 para conmemorar el 50 aniversario de su conquista por la ruta normal de los Abruzzos, la elegida por la expedición española de Al Filo de lo imposible.

El rescate fue muy duro. Bajo una intensa nevada, Òscar, De la Matta, Corominas, Tosas y Giró estuvieron picando el duro hielo durante cinco horas para extraer a Renato y trasladarlo más abajo, cerca del valle. Cadiach comunicó el hallazgo a la que fue compañera sentimental del italiano, Goretta, que agradeció a la expedición catalana que el rescate y el entierro se hicieran con discreción. Goretta prevé llegar el próximo 8 de agosto al campo base del K2, el mismo dónde estuvo en el verano de 1986 esperando en vano que Renato descendiera de la Magic Line.

Casarotto (1948-1986) intentó escalar el K2 por la Magic Line en solitario, mientras compartía permiso de la montaña con el grupo navarro que lideró Mari Abrego, el primer español en coronar el K2 por los Abruzzos. Renato alcanzó en solitario la cota 8.200 metros por el técnico y exigente esperón de la cara Sur-Suroeste (la Magic Line). Tras dos meses de pelea en solitario en la montaña y en el tercer intento, decidió abandonar. Durante el descenso, cerca del campo base donde le esperaba Goretta, cayó en una grieta de 40 metros de profundidad del glaciar Filippi. Pese a todo, y en condiciones límite, pudo comunicarse por radio con Goretta. Dos alpinistas italianos subieron al rescate, pero poco pudieron hacer para salvarle la vida. Cuando llegaron ya estaba muerto.

Los expedicionarios catalanes trasladan los restos de Renato Casarotto.
Los expedicionarios catalanes trasladan los restos de Renato Casarotto.EXPEDICIÓN MAGIC LINE

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