_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Brujos y obispos

La instigación de los obispos a los diputados católicos para que voten contra el proyecto de ley del Gobierno que legalizará la unión entre personas del mismo sexo me recuerda el contrato de la derecha venezolana con 150 brujos para que Chávez pierda el referéndum del poder. Por vía cristiana es difícil, porque los venezolanos pobres son católicos y a Chávez se le vio en Guadalupe a los pies de la Virgen. Los argumentos de la derecha son los de siempre: hipócrita, falsario, cara. Y un punto de nacionalismo: "¿Por qué no le reza a la Virgen venezolana del Coromoto?". Le daría una hostia, dicen (Academia: "vulgar, malsonante. Golpe, trastazo, bofetada").

Que yo sepa, aquí no hay diputados católicos. Si los hay, será cosa interior, o un sacrificio personal como Trillo cuando carga con las andas en Semana Santa. Otros llevarán flagelos o cilicios -en Madrid se venden en las calles de Arenal y Mayor-, pero los que pertenecen a algunas de las sectas más afamadas -Opus, Kikos, Legionarios, Guerrilleros: y las más secretas- no lo suelen decir. Quizá por modestia. Puede que en el partido socialista haya muchos, como Bono, que siempre hace exhibición pública de su fe, y me parece bien. Católicos o brujos, ¿qué más les dará una ceremonia y unas repercusiones puramente civiles? Si lo niegan en sus altares, es cosa de ellos y de los homosexuales que se consideren católicos. Yo creo que ni siquiera el matrimonio de sexos distintos se debe celebrar en la Iglesia, mucho menos el de los Príncipes, pero tampoco se lo prohibiría a nadie. Luego se divorcian igual, por lo civil, o acuden a misteriosas falsificaciones para que la Iglesia declare nulo su matrimonio. Espero que los brujos de Venezuela fracasen y dejen a Chávez; espero que los de aquí también fallen. ¡Dejad el sexo en paz! (Me preguntaron en público si yo había apostatado del bautismo: claro que no, cómo voy a renegar de algo cuyo poder me parece inverosímil, y que ni siquiera hice yo: agarrotado por otros, el brujo de Pozuelo echó agua fría sobre el yo-bebé: creo que lloré y protesté. O sea, que ya apostaté).

(Coromoto: la Virgen se apareció al cacique Coromoto, que huía de los cristianos asesinos con los suyos, los Cospes, y le dijo que se dejaran echar "un poco de agua en la cabeza", y todo se arreglaría. La leyenda dice: "Casualmente el español Juan Sánchez pasaba por allí...").

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_