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La Comunidad compra chalecos antibalas para las policías municipales

La Consejería de Interior ha destinado 334.000 euros para la adquisición de este material

F. Javier Barroso

Los policías municipales de la región irán más seguros a partir de ahora. La Consejería de Justicia e Interior, que dirige Alfredo Prada Presa, ha decidido comprar chalecos antibalas para los agentes locales de la región, de forma que puedan ejercer su trabajo con menor riesgo para su integridad física en caso de ser víctimas de una agresión.

La consejería ha destinado 334.000 euros para la adquisición de este material, que será repartido entre los municipios que lo soliciten y en función del número de agentes de que conste la plantilla correspondiente.

En los últimos años, el Gobierno regional había dedicado las subvenciones a las policías locales a la compra de vehículos patrulla. Los municipios podían solicitar un coche o dos motocicletas, según fueran sus preferencias. Antes incluso se dotó a los distintos ayuntamientos de programas informáticos comunes para gestionar las plantillas de personas y las emergencias.

Sin embargo, esa tendencia ha cambiado con la llegada de Alfredo Prada, quien ha decidido, según explicó ayer a EL PAÍS, hacer frente a una de las reivindicaciones históricas de los agentes. "Los policías cada vez realizan más tareas de seguridad ciudadana y están más en la calle, por lo que la Comunidad también debe velar por su propia seguridad. Fue una petición del sindicato mayoritario en el cuerpo [Colectivo Profesional de Policía Municipal, CPPM], que yo considero razonable, por lo que vamos a llevarla a cabo", señaló el vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior.

Pegados a la piel

El Gobierno regional tiene pensado adquirir los chalecos antibalas más modernos, cuyo precio por unidad oscila entre los 600 y los 900 euros. Se trata de chalecos finos, mucho más ligeros que los que se han venido utilizando hasta la fecha, pero igual de resistentes a los disparos de armas de fuego o de intento de agresión con armas blancas. Según Prada, resultan tan delgados que pueden llevarse debajo del uniforme (pegados a la piel), sin que el posible malhechor o el propio ciudadano se percaten de que el policía va protegido.

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La Consejería de Justicia e Interior recuerda en la convocatoria de la compra de los chalecos que entre los objetivos que incluye la Ley de Coordinación de las Policías Locales de la región está recogido que el Gobierno regional colabore en que estos cuerpos policiales estén dotados con los mejores medios técnicos y recursos materiales posibles. Además, se favorece así que todas las policías locales tengan recursos lo más homogéneos posibles, lo que redundará "en un mejor servicio policial para el ciudadano".

En muchas policías municipales, la existencia de chalecos antibalas o de protección es nula, según reconocen los sindicatos del cuerpo. En muchos casos son los propios policías los que se los han tenido que comprar con su propio dinero. Sólo de esta forma han podido salir más seguros a la calle ante posibles ataques mediante pistolas o revólveres.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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