_
_
_
_
_
Tribuna:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2004 | Octava etapa
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cosas del niño

¿Pero a quién se le ocurre meterse a corredor? Anda que no habrá cosas en la vida, pero no, a mi niño se le ha metido en la cabeza eso de las bicicletas y no hay quién le haga entrar en razones. Y digo yo que qué vera él en los corredores. Porque yo desde que muestra ese interés, me he empezado a fijar en ellos, y los he visto todos estos días en la carrera esa que están corriendo ahora en Francia. El Tour, eso es, eso que corría Indurain.

¡Pero si no se tienen en pié! ¡Si están más en el suelo que sobre la bici! Sí, no exagero. Si casi parece que al final gana el único que no se cae. Me han dicho que son tres semanas, y digo yo, al ritmo que van de caídos por día, ¿ya quedará alguno sin caer? No sé, porque encima lo raro es que los locutores de la tele dan todo esto por normal. Que si la primera semana es siempre así, los nervios, la velocidad, la tensión. Dicen que luego no, que en la montaña ya todo esto no pasa. Pero digo yo que si se caen en el llano, más fácil será caerse cuesta abajo, ¿no?, es de cajón.

Más información
Mayo sobrevive bajo el agua

Si a mí me parece muy bien que el chaval quiera hacer algo en el tiempo que le dejan los estudios, pero hombre, puestos a elegir, pues que elija con la cabeza, ¿no? A los corredores ahí les ves, llueva, nieve, haga frío o calor. Lo que toque, parece que les da igual. Para eso que se meta a tenista, que al menos no se va a mojar y eso que ahorraremos en resfriados.

Y luego lo que yo le digo, ¿no ves que son doscientos y solo gana uno? Apúntate al fútbol, que por lo menos de 22 ganan 11, que no está nada mal. Así al menos será más fácil que vuelva a casa contento.

El caso es que tan empeñado estaba, que nos fuimos el otro día a comprarle una bici. Bueno eso pensaba yo, porque al final con la bici no haces nada, te tienes que llevar todo el lote o nada, y no veas qué gracia. El casco, las zapatillas, el botellín, las gafas y la ropa: un pico. Lo de la ropa es lo que más me duele, porque al fin y al cabo lo otro dura, ¿pero la ropa? Si cada vez que se caen la dejan hecha jirones. El de la tienda me decía que no mujer, que tampoco es tan fácil caerse, pero ya le dije yo, eso lo dirás para vender, pero yo he visto estos días el Tour, y a mí no me engañas.

Pero como de la cabeza no se lo voy a quitar, será mejor dejarlo. Yo ya le digo, mira, mucho no entiendo, pero no seas tan tonto como esos que se caen un día, se levantan y siguen, y vuelven a caer otra vez al día siguiente. Tú si te caes no te levantes, y si estas bien, tranquilo, que lo de la ropa ya lo arreglaremos.

Pedro Horrillo es corredor del Quick Step.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_