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Cientos de personas se concentran en protesta contra 'Me cago en Dios'

Los reunidos tildan de "basura" la obra del cuñado de Aguirre

Unas 600 personas, según fuentes policiales, se reunieron ante el Círculo de Bellas Artes y corearon consignas contra la polémica obra teatral Me cago en Dios, aunque ya no se puede ver en este escenario debido a que ha finalizado el ciclo de representaciones. La manifestación fue convocada por la asociación Hazte Oír, una organización que trabaja desde una concepción cristiana de la persona y del orden social, y la plataforma para la protección de la familia. Los concentrados pidieron también que la Comunidad de Madrid retire las subvenciones al Círculo.

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La obra teatral Me cago en Dios sigue dando que hablar y que gritar. O al menos esto es lo que piensan los 600 manifestantes, según estimaciones del Cuerpo Nacional de Policía, que llenaron ayer por la mañana, de 12.30 a 13.30, las aceras adyacentes al Círculo de Bellas Artes, en la calle de Alcalá. Con su presencia, y coreando consignas, mostraban su rechazo a la representación de la obra escrita por Íñigo Ramírez de Haro, marqués de Cazaza y cuñado de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad.

Al grito de "eso es basura, no cultura", o "queremos justicia, esto es un delito", los manifestantes pedían que no se repitieran espectáculos de este tipo en una institución como el Círculo de Bellas Artes, que recibe subvenciones de la Comunidad de Madrid. También pedían la retirada de estas ayudas.

Según un portavoz de la plataforma Hazte Oír, el objetivo de la manifestación era "hacer oír la voz de los creyentes, que está silenciada en nuestra sociedad". En la página web de esta asociación se indica que la iniciativa surgió a raíz de los ataques hacia la libertad religiosa y los valores espirituales. "También supone una clara respuesta al anuncio del ministro del Interior, José Antonio Alonso, de controlar toda actividad religiosa del culto que sea", explica.

Los manifestantes también se preguntaban si habría habido igual permisividad por parte de las autoridades si el título de la obra hubiera sido Me cago en Alá, Me cago en el Rey o Me cago en la democracia.

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La obra también ha llegado a los juzgados. Según las partes implicadas, se ha enviado una querella firmada por 20 personas y auspiciada por abogados del Centro Jurídico Tomás Moro en la que se pide al juez que actúe penalmente contra el director de la obra. El colectivo Hazte Oír promueve también la presentación de denuncias en las comisarías basándose en el artículo 525.1 del Código Penal. Éste establece que "incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican".

Otro de los escándalos en los que ha estado envuelta la obra fue la detención de dos nietos del antiguo líder ultraderechista Blas Piñar y del capitán de navío Camilo Menéndez Vives, condenado por la intentona golpista del 23-F, por subir al escenario y agredir al protagonista de la obra, Fernando Incera.

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