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Entrevista:ANDRÉS OLLERO | Ex diputado del PP por Granada

"No habría cambiado el escaño por cualquier cargo"

Andrés Ollero (Sevilla, 1944) abandona el Congreso. Tras cuatro legislaturas como cabeza de lista del PP por Granada vuelve a la universidad. Este catedrático de Derecho Constitucional, de verbo fácil, afirma que el mejor momento para irse de política es cuando nadie te lo pide. "En otro caso", señala, "hay que seguir". El martes por la noche recibió un homenaje del PP de Granada. Ollero asegura que lloró aunque no recuerda si las lágrimas eran de emoción o de risa.

Pregunta. ¿Por qué se va?

Respuesta. Porque siempre me prometí que no seguiría colgado de la tarea porque sí. Cada año me planteaba si merecía la pena seguir y la respuesta ha sido afirmativa durante 17 años. Uno tiene que irse de la política cuando no hay motivos para ello. Si lo hay, y alguien lo pide, hay que seguir como si no pasara nada.

P. Una vez dijo que era mejor ser ministrable que ex ministro, pero usted se ha quedado en ex diputado. ¿Qué ha pasado?

R. Es cierto que he sido ministrable hasta la extenuación y que nunca he llegado a serlo. La gente me daba el pésame por no ser ministro, pero no habría cambiado el escaño por la cualquier responsabilidad en el Gobierno. Como no quiero ser ex diputado conseguí una plaza en Madrid [en la Universidad Rey Juan Carlos], donde nadie me conoce. En Granada siempre sería el ex diputado Andrés Ollero.

P. En la última legislatura ha sido ponente de 23 leyes. Es un récord.

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R. Ser parlamentario está fundamentado por el trabajo que uno hace allí. Chaves comete un disparate cuando dice que Felipe González tiene que ser diputado por el trabajo que realiza para el partido, como si fuera un liberado sindical. Con casos como esos hemos conseguido que la gente en España sepa qué hace un juez o un concejal, pero no qué hace un diputado.

P. ¿Y no ha abusado el Gobierno del parlamento? Ha reformado el Código Penal en una enmienda a la ley de arbitraje.

R. No es el escenario más deseable, pero a veces en política hay que hacer cosas, aunque uno hubiera preferido hacerlas de otra forma. Y esta es una de ellas.

P. En la oposición fue usted uno de los diputados más duros, en temas como la Expo, que judicialmente se quedaron en nada.

R. Fui muy duro con Jacinto Pellón porque la Expo fue un mal ejemplo de la gestión del dinero público. Que eso no haya tenido reflejo en los tribunales no tiene nada que ver. A un político hay que exigirle algo más que no entrar en prisión. El debate está en si lo que decíamos era verdad, no en si era penalmente condenable. Pellón se indemnizó al despedirse por no avisarse a tiempo.

P. Usted pedía responsabilidades políticas antes de que hablaran los jueces, algo que el PP no asume ahora.

R. Las responsabilidades políticas hay que asumirlas cuando se empaña la confianza de la gente. No hace falta que un juez dicte sentencia para dimitir.

P. ¿Y Fabra o Romero de Tejada?

R. Si no dimiten más políticos es porque falta cultura democrática.

P. En 1997 dijo que las comisiones de investigación no sirven para nada.

R. Es cierto, generan muchas expectativas, pero acaban en el esperpento y no sale nada que no hayan salido en los periódicos.

P. En la oposición pedían muchas comisiones.

R. Los partidos pequeños las piden buscando el impulso mediático que supone la petición de una comisión. Yo he conseguido muy buenos resultados pidiendo comparecencias en comisión.

P. ¿Qué pasará si gana el PSOE?

R. La hipótesis es tan poco probable que creo que ni los socialistas pueden responderlo.

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