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Crónica:FÚTBOL | Dieciseisavos de final de la Copa, última eliminatoria a partido único
Crónica
Texto informativo con interpretación

Jesuli saca al Celta del apuro

El equipo de Lotina, con la grada de uñas, se desembaraza del Espanyol en un mal partido

En un tostón de partido y con la grada de uñas, irrumpió Jesuli, el único futbolista del Celta que se rebela contra su triste corsé, y resolvió la papeleta. El extremo andaluz ingresó en el campo cuando la noche se intuía difícil, contempló el empate del Espanyol y reaccionó en cinco minutos. Fue en una acción aislada, las únicas que producen réditos en este Celta desaborido. Se internó entre dos defensas, recortó a un tercero y clavó un balonazo imparable para Lemmens. Fue la resolución de un partido que se había convertido en toda una amenaza para Lotina, cuyo crédito en la grada mengua por semanas a pesar de que Milosevic remachó con un tercer tanto al Espanyol en el tiempo de descuento.

CELTA 3 - ESPANYOL 1

Celta: Pinto; Ángel, Méndez, Sergio, Sylvinho; Jandro, Vagner, Giovanella, Gustavo López (Jesuli, m. 52); Catanha (Milosevic, m. 75) y Juanfran (Luccin, m.52).

Espanyol: Lemmens; Torricelli (Morales, m. 81), Lopo, Jarque, David García; Àlex Fernández; Tayfun (Toni Velamazán, m. 71), Maxi, Héctor, Bobson (Òscar, m. 71); y Raúl Molina.

Goles: 1-0. M. 32. Jandro recibe de Gustavo López y remata raso y junto al palo. 1-1. M. 70. Àlex envía a la escuadra en un lanzamiento de falta. 2-1. M. 76. Jesuli, en el pico del área, burla a tres defensas y envía a la escuadra. 3-1. M. 93. Milosevic marca en un contraataque.

Árbitro: Mejuto González. Mostró la tarjeta amarilla a Lopo, Méndez y Torricelli.

Unos 12.000 espectadores.

La Copa sirvió para escenificar el desierto futbolístico no sólo del Celta, sino también del Espanyol, un espectro de lo que un día fue. Las deficiencias del equipo de Luis Fernández permitieron observar en su justa medida a qué ha quedado reducido el Celta, un grupo que hace no tanto pasaba por ser uno de los más estilizados de Europa. Ahora es una nadería, capaz de complicarse la vida con un Primera que huele a descenso, que pese a sus deficiencias más que visibles puso en serios aprietos a los de Vigo.

Si el Celta pasó la eliminatoria se debió en parte a Pinto, que despejó una falta durísima de Maxi en la primera parte y de forma casi milagrosa salvó un doble remate del Espanyol en la segunda mitad. Pero como no hay nadie en el Celta libre de desgracias, la estatua con que recibió el empate españolista le empañó el trabajo.

Salió Jesuli y pareció resolver en el momento en el que la afición del Celta afilaba sus cuchillos, con un ambiente más propio de una crisis que de un equipo que está en octavos de la Liga de Campeones. La suerte fue benévola con el Celta, que presenció cómo un fuera de juego previo señalado por el linier dio al traste con un penalti que Mejuto parecía haber pitado. Así y con el tercer gol de Milosevic llegó el final, entre los dolorosos olés de un público que ya tira de ironía.

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