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EMPRESA / OACE

Un negocio con cinco lenguas

La firma gaditana ofrece asesoramiento legal y empresarial a foráneos

Michael Tappe recibe a sus clientes con un café recién hecho y un sobao. Su oficina es amplia, con grandes cristaleras y muy luminosa, para que los clientes vean bien la luz. "Cádiz tiene al año 3.330 horas de sol", recuerda Tappe. Tanto esmero tiene sentido en la Oficina de Atención al Ciudadano Extranjero (OACE), creada por este alemán de 28 años. Ninguno de sus clientes habla español, o no lo suficiente como para desenvolverse en un país que desconocen por completo. Pero ellos llegan con la intención de invertir en España parte de su capital y las barreras lingüísticas les impiden hacerlo.

Esta empresa ofrece asesoramiento en español a extranjeros. En ella trabajan tres personas que hablan varios idiomas. Sólo Michael Tappe domina cinco: alemán, español, inglés, holandés y francés. OACE atiende a unos 800 clientes al año. Son de tres tipos: los que quieren montar una empresa en España, los que quieren invertir en un negocio o comprar una casa, y los que ya disponen de bienes y necesitan ayuda para solucionar algún problema que les haya surgido.

La asesoría atiende al año a unos 800 clientes extranjeros, que montan empresas o invierten

Barreras a la inversión

"Normalmente vienen con mucho miedo", explica Tappe. "También tienen muchas ganas de invertir, pero la barrera del idioma es grandiosa. Aparte de por el tema legal y porque no conocen las costumbres de aquí, tienen miedo porque no saben lo que implica invertir aquí". El café recién hecho, los sobaos, un sofá amplio y mucha luz son el primer paso para tranquilizar a un cliente.

Tappe, educado y serio al tiempo que divertido, les explica en su propio idioma por qué deben invertir aquí. "Muchos clientes vienen para llevar a cabo la mayor aventura de su vida, y esa aventura deben hacerla de la forma más serena posible. Compran una casa, pero en un entorno totalmente diferente al que conocen, con distinta cultura, idioma... Y el tema legal, que también es diferente. ¿Cómo les quitamos ese miedo a los clientes? Pues con teoría, con nuestros conocimientos de derecho fiscal, de leyes, de economía... Y con la parte práctica, explicándoles cómo funcionan aquí las cosas, cómo es la cultura de aquí. Aunque es difícil explicar eso en media hora". La mayoría de los clientes son alemanes o ingleses, y él cuenta con la ventaja de haber vivido en esos dos países. Hijo de un matrimonio de diplomáticos, también estuvo un tiempo en otros países europeos como Francia, Holanda y Rumania.

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La Oficina de Atención al Ciudadano Extranjero no es sólo una asesoría, según Michael Tappe. "La relación que establecemos con los clientes no termina nunca. Intentamos que sea una relación a largo plazo. Al tener una buena base de datos de proveedores y empresas, le solucionamos cualquier problema". Si un extranjero procedente de fuera de la Unión Europea quiere hacer una mudanza, la OACE le soluciona los trámites aduaneros. Van al notario con los clientes, les acompañan al abogado... Incluso les asesoran sobre dónde dejar su mascota si se van de vacaciones. Tappe intenta transmitirles además que deben aprender español para poder desenvolverse mejor. "Muchos clientes llegan equivocados", explica. "Creen que el idioma se aprende solo. Hay que salir a la calle, tomarse unas cervezas y charlar con la gente. Es imposible que aprendan si sólo se relacionan entre ellos mismos".

Proyecto universitario

El único extranjero de la empresa es él. Los otros dos son una procuradora y un informático, ambos españoles. Y, próximamente, se incorporarán a la Oficina una filóloga y una administrativa. Hace ochos años que Michael Tappe vive en Cádiz. Estudió Empresariales en la Universidad. Y, hace dos, creó la Oficina, inspirado por un proyecto que realizó cuando estudiaba. "Lo que hago aquí es un poco un homenaje a la UCA (la Universidad de Cádiz), porque he conseguido llevar a la práctica muchos de los conocimientos que me enseñaron allí".

Pero de lo que más orgulloso se siente es de estar contribuyendo a crear empleo en la provincia y, sobre todo, en Chiclana de la Frontera. No es capaz de dar una cifra de a cuánta gente puede beneficiar indirectamente la existencia de la OACE, pero cree que si su empresa no existiera, muchos extranjeros desistirían de montar un negocio o comprar una casa. "A largo plazo tengo en mis manos poder fomentar un poco la riqueza y el bienestar de Chiclana. Si tengo la posibilidad de contribuir al gasto público mediante el capital extranjero, ¿por qué no hacerlo? Esta empresa se entiende como un punto de conexión para acercar los dos polos: Cádiz y los extranjeros. Y, si a todos nos va bien, pues mejor para todos".

Datos de interés

Dirección

Parque Comercial Urbisur (Polígono El Torno I), 49. Chiclana de la Frontera (Cádiz)

Empleados

Tres

Facturación

250.000 euros al año

Producción

Asesoramiento

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