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Valderas es reelegido coordinador de IU con una leve subida al conseguir el 59% de apoyos

La corriente crítica, que obtiene un 41%, llevará 44 delegados a la 7ª asamblea federal

La 14ª asamblea de Izquierda Unida se cerró ayer con una leve variación del equilibrio interno entre oficialistas y críticos a favor de los primeros, al ser reelegido coordinador Diego Valderas por el 59% de los votos, frente al 41% que obtuvo la lista alternativa de Javier Aguilera. El coordinador federal, Gaspar Llamazares, a quien ahora apoya el sector de Valderas, aterrizó en el congreso con un mensaje de integración y de unidad. Pero la corriente crítica ha decidido estudiar las posibilidades de presentarle una lista alternativa en la 7ª asamblea federal del próximo fin de semana.

Conforme a lo previsto, la 14ª asamblea de Matalascañas (Huelva) ha apuntalado para los años venideros el reparto actual de fuerzas en Izquierda Unida, reparto que en la etapa que se cierra se ha traducido en un enfrentamiento constante entre críticos y oficialistas. La ligera ventaja de Valderas (cinco puntos) respecto a la asamblea de 2000, cuando obtuvo el 54% de los apoyos, aleja el escenario de un vuelco radical en la dinámica interna de la organización, aunque en lo inmediato se vea un cierre de filas espoleado por la convocatoria de las elecciones generales y autonómicas.

Diego Valderas insistió en sus múltiples intervenciones en el mensaje de que se cierra una página marcada por las tensiones y comienza una etapa nueva, para lo que confía obtener unos resultados aceptables en las elecciones andaluzas que haga más fácil el proyecto "común" que todos invocaron. Las encuestas que maneja la federación señalan que es posible saltar de los seis escaños, que tienen ahora, a diez, pero también que corren el riesgo de perder dos (los diputados de las provincias de Jaén y Granada).

El coordinador, que es ya en firme candidato a la Junta, consideró que el apoyo que ha recibido su candidatura es "muy positivo". Lo mismo dijo del suyo la corriente crítica, que eligió el adjetivo "magnífico", ya que, según el cálculo de los delegados afines, el techo de su sector era del 40% de los votos, proyección superada en un punto, aunque si se compara con la asamblea anterior ha descendido cinco puntos porcentuales (del 46% al 41%).

Lo cierto es que el bloque oficialista había albergado la esperanza de repetir los apoyos obtenidos el día anterior para el informe de gestión de Diego Valderas como coordinador saliente (62%), pese a que de puertas para afuera la consigna era declarar un "éxito" cualquier resultado que superase el 54% de la asamblea de 2000. Los oficialistas contaron con el respaldo de Gaspar Llamazares, quien intervino en el congreso con una llamada a la unidad y la integración.

La presencia del líder federal y el escuálido 35% que recibieron los críticos consignando el no al mencionado informe de gestión de Valderas les llevó a pensar que podrían situarse en el mismo porcentaje con la lista alternativa.

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Al congreso asistieron desde el sábado dos miembros del comité federal con la intención de convencer a la corriente crítica para que no presente una candidatura a Llamazares en la 7ª asamblea. No lo consiguieron, en la madrugada de ayer una representación de este sector acordó consultar con el resto de las corrientes alternativas de Madrid la posibilidad de configurar una lista global frente a Llamazares. Sin embargo, al mediodía de ayer, el abanico de opciones volvió a abrirse al recibirse el mensaje de Llamazares de que está dispuesto a integrar a todas las sensibilidades en una propuesta unitaria.

Curiosamente, los defensores de Llamazares son ahora quienes en la 6ª asamblea federal respaldaron al secretario general del PCE, Francisco Frutos, mientras que sus detractores se localizan entre quienes le ayudaron a erigirse en coordinador federal hace tres años. Es decir, los críticos.Fundamentalmente reprochan a Llamazares que no haya atendido ninguna de sus denuncias sobre la organización andaluza y que ni siquiera se haya dirigido a ellos para pactar una lista o pedir avales, una vez que ha sellado un acuerdo con Frutos. Andalucía aporta a la asamblea federal 84 miembros, de los que 60 son oficialistas y 44 críticos.

Como en la jornada anterior, nada se dijo en la catarata de turnos de palabras del plenario de la consulta interna entre las bases para la designación del candidato a la Junta, de la que se retiró en la recta final Concha Caballero por la "falta de garantías democráticas del proceso". Y eso que la refriega supuso la dimisión en bloque de los cinco miembros críticos de la permanente (órgano decisorio de la ejecutiva) y un intenso cruce de acusaciones entre críticos y oficialistas.

El nuevo Consejo Andaluz está compuesto por 48 miembros del sector oficial y 33 del crítico. De ahí saldrá la ejecutiva, cuya proporción será igual a los apoyos obtenido por cada lista.

Diego Valderas, tras conocer ayer los resultados de la asamblea.
Diego Valderas, tras conocer ayer los resultados de la asamblea.LOGAN

"Por aclamación"

La manera de cerrar el capítulo de la designación del candidato a la Junta en las próximas elecciones dejó a la concurrencia de la asamblea algo descolocada. Después de que semanas atrás Concha Caballero se retirara de la consulta entre las bases, el único aspirante vivo era Diego Valderas. Los críticos habían resuelto votar en blanco para no debilitar la candidatura si finalmente se producia la votación. Al comenzar el proceso asambleario hace meses la dirección se empecinó en llevar al refrendo de la asamblea la elección del canditato de los comicios autonómicos (procedimiento hasta ahora inédito) como una forma de evitar las primarias que proponía la corriente crítica. Pero ayer, al no haber ya más propuesta que Valderas, todos creían que, en consencuencia, éste iba a ser sencillamente proclamado. Pues no. Tras un breve titubeo, la mesa del congreso anunció la designación de Diego Valderas "por aclamación". Enseguida brotaron los aplausos, los críticos se miraron y una vez superado el desconcierto empezaron también a aplaudir, todos en pie. Caballero y Valderas se mostraron juntos y sonrientes.

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