"En Andalucía, la inquietud por la situación genera más creatividad"
Su currículo dice que Fernando Lima, brasileño de 35 años, es actor, coreógrafo, bailarín y director de escena; pero olvida lo más importante: dinamizador. Cuando llegó a Sevilla, en 1992, la danza contemporánea era un esbozo, el sueño de unos pocos. El coreógrafo, junto a la productora María González, creó en 1994 el Mes de Danza, un ciclo que cumple 10 años y se ha extendido a Cádiz y Málaga. El fruto de este proyecto, que terminó el pasado sábado después de que 23 compañías ofrecieran 40 representaciones, es el nacimiento de 17 compañías de danza en Andalucía y de un público que va en aumento.
Pregunta. ¿Cuando puso en marcha el Mes de Danza se imaginaba que llegaría hasta aquí?
Respuesta. La verdad es que no, porque los comienzos fueron demasiado duros. Hemos sido muy tenaces y eso es lo único que ha hecho que nos mantengamos hasta hoy. Lo peor es que el apoyo de las administraciones no ha sido continuo.
P. ¿Hay un público para la danza en Andalucía?
R. Cuando llegué a Sevilla en Andalucía sólo existía una formación, Málaga Danza Teatro; ahora hay 17 y eso no es posible sin un respaldo del público. Pero todavía hay mucho que hacer.
P. ¿Tiene personalidad propia la danza andaluza?
R. En general, la danza está atravesando una crisis de creatividad. Aquí, el hecho de que no haya demasiados recursos tiene su lado bueno y es que la inquietud por la situación genera más creatividad.
P. Además del Mes de Danza, ha creado el Campeonato Andaluz de Hip Hop, el ciclo Huellas, Danza en Paisajes Insólitos y, ahora, se atreve con el flamenco...
R. Sí, por fin. El día 19 estrenamos en el teatro Central Inmigración, el primer espectáculo de la bailaora María Ángeles Gabaldón; yo llevo la dirección artística.
P. ¿Se había aproximado al género antes?
R. Había hecho algunas incursiones, colaboré con un montaje con Pilar Távora, pero nunca en profundidad como ahora.
P. ¿Qué le falta al flamenco para consolidarse?
R. Le falta riesgo y mestizaje, que es la única forma de evolucionar en todas las artes. Hoy el arte contemporáneo se caracteriza por la mezcla de lenguajes.
P. Usted ha sido uno de los cuatro coreógrafos de la Noche internacional de solos con la pieza Una palabra, siete pecados.
R. Es un trabajo que exorciza los pecados, algo que todos tenemos que hacer para evolucionar.
P. ¿Cuál es la última palabra, la que usted no pronuncia?
R. La muerte, porque tenemos que morir cada día. En Occidente siempre es triste y amarga, pero yo la miro de otra forma.
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