Loris Azzaro, modista y perfumista italiano

El modista y perfumista italiano Loris Azzaro, de 70 años, falleció el jueves 20 de noviembre en París debido a un cáncer. Tras haber vestido a actrices como Sofía Loren, Raquel Welch o Isabelle Adjani, últimamente era más conocido por sus perfumes de fragancias frescas y nombres irónicos como Oh la la, Chrôme o Acteur.

Nacido el 9 de febrero de 1933 en Túnez, de padres sicilianos, y licenciado en Literatura Contemporánea, fue profesor de italiano en varios colegios de Túnez antes de instalarse en París, en 1962, y crear, tres años después, una empresa de accesorios de moda.

Azzaro se hizo famoso en los años sesenta y setenta por sus creaciones de alta costura, en especial por un vestido con aros que sacó en 1968 y que se convirtió en uno de los más célebres de la historia de la moda contemporánea. Azzaro es evocado como un creador clásico, más famoso por sus creaciones masculinas que femeninas. Especialista en los vestidos de pieles y corsés, lanzó una marca de prêt-à-porter masculina en 1992.

Para él, las actividades de la alta costura y de la perfumería no podían estar separadas. "¿Cómo imaginar la línea, la feminidad, sin exaltarla con un perfume?", se preguntaba.

Desde 1975, el estilista decidió privilegiar el departamento de perfumería de su marca y mostró una debilidad especial por las fragancias frescas, pues sus orígenes le ligaban a "un país cálido y encantador, Túnez, donde un mar turquesa está presente en todo, un paraíso donde el agua desempeña un papel esencial", decía.

Junto al perfumista Gérard Anthony, Azzaro eligió minuciosamente sus perfumes y sus nombres. Destacan, entre otros, Azzaro 9, lanzado en 1984, que hace alusión a las nueve flores blancas que componen la fragancia; Acteur, su perfume masculino lanzado en 1989, evoca la virilidad, y Oh la la, una fragancia femenina creada en 1994.

Después de muchos años de colaboración profesional y financiera con Michèle, su esposa, en los últimos tiempos se abrió entre ellos una profunda brecha.

Su mujer, principal accionista de los negocios familiares, le apartó de la dirección artística de la compañía en el año 1997, pero Azzaro acabó cuestionando su salud mental y consiguió que su hija Catherine ocupara en 2001 el puesto de su madre. Un año después, Michèle volvió a recuperar el mando financiero de las empresas y encargó a la Compagnie Frey de su control. El pasado mes marzo ella ostentaba todavía el 75% del capital de los negocios de perfumería y de prêt-à-porter.

En un comunicado, la Compagnie Frey ha señalado que Loris Azzaro ha dejado "el último trazo de su genialidad en una colección sublime", en la que el equipo que ha colaborado con él ha recibido "de las manos del maestro los secretos de un estilo inimitable".-