"Los mandatos de tantos años hacen que la gente y las cúpulas se apalanquen"
Montse Soler (Barcelona, 1982), diplomada en Producción Audiovisual, es presentadora y reportera en Flaix TV, y pasará a la historia del periodismo por un suceso acaecido hace un par de años. Cubría un pase de modelos en una disco cuando, de pronto, se le acercó un señor con traje y corbata y ganas de ser entrevistado. Montse le entrevistó. La primera pregunta fue: "Què fa un business
man al món de la nit?". A lo que el businessman respondió: "Disculpi, però no soc un businessman. De fet sóc el conseller en cap i em dic Artur Mas".
Los espectadores nos erigimos en club de fans de Montse Soler, una señorita nacida cuando Naranjito y que quizá es la metáfora de una generación que, con cierta lógica interna, confunde los políticos con los hombres de negocios, o que tiene problemas para visualizar otro político catalán que no sea Jordi Pujol. En fin, hablo con Montse sobre sus primeros recuerdos de Pujol. Lo conoció hace un par de años, en la xocolatada de Sant Jordi, aunque en casa, de niña -su padre es mosso d'esquadra-, "oía hablar mucho de él". En sus recuerdos infantiles Pujol es como "un dibujo animado, un personaje de Los Teleñecos". Le digo que me matice el concepto. "Bueno, de Los Teleñecos no, de Barrio Sésamo: pequeño, calvo y con carisma". Considera positiva la labor de Pujol. "Ha sido un gran embajador de Cataluña ante el mundo". "Ha recuperado las libertades perdidas, el Estatut, el idioma, la asistencia social", aunque le queda como asignatura pendiente "la financiación, que no solucionó ni siquiera cuando el apoyo de CiU era necesario para los gobiernos del PSOE y el PP". Otro matiz: "Los mandatos de tantos años hacen que los vicios, la gente, las cúpulas, se apalanquen". ¿Cómo ha cambiado la sociedad con Pujol? "Yo la recuerdo igual". ¿Cataluña ha solucionado su anclaje en España? Respuestas: "La financiación, solucionada por los vascos, debería solucionarse aquí". "Se invierte el doble en Madrid que en Barcelona". "La dependencia de Madrid es un problema".
Hablamos de las elecciones. Si el partido que ocupaba la Generalitat dejara de hacerlo, "se notaría mogollón en los medios de comunicación, en los que hay gente apalancada desde hace 24 años". No percibe diferencias entre derecha e izquierda -"te llamaré si se me ocurre alguna"; no me ha llamado-. Intento hablar sobre una posible derecha y una posible izquierda que pueden representar Mas o Maragall, pero pillo hueso -"pasa palabra"- otra vez. Montse juzga estas elecciones más importantes que unas generales. Irá a votar.
