Asociaciones de padres de alumnos celebran su 20º aniversario

La Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Andalucía (Codapa) conmemoró el pasado viernes su vigésimo aniversario. Dos décadas en las que, según su presidenta, Mercedes González, la implicación voluntaria de los padres en la vida académica de sus hijos ha ido en aumento, pero que se ve ahora amenazada por la Ley de Calidad, "que elimina funciones del Consejo Escolar [en el que hay representación de padres] y las deriva al equipo directivo". "Las decisiones se tomarán arriba y al consejo sólo se le informará de ellas", advierte González.

Codapa reúne a más de 2.400 asociaciones de padres y madres de alumnos de las ocho provincias andaluzas. Sus principales cometidos son constituirse en el vínculo de unión entre todos los sectores de la comunidad educativa, convertirse en el cauce para las reivindicaciones lleguen a la Administración y animar a las familias a que tomen parte en la educación de sus hijos.

La mayoría de las asociaciones de Codapa corresponden a colegios e institutos públicos, aunque también hay algunos concertados. "Hoy es raro encontrar una escuela pública que no tenga asociación de padres", subraya la presidenta de Codapa, quien, no obstante, reconoce que si se mide la implicación paterna por su participación en las elecciones al Consejo Escolar, el resultado "deprime". "Pero en las Ampas se ha incrementado mucho la participación", sostiene.

La implicación es más alta en los pueblos que en las capitales de provincia, y en la enseñanza infantil y primaria que en la secundaria, según la presidenta de Codapa, cuya apreciación coincide con la de José Sánchez Vico, presidente desde hace una semana de la federación de padres de alumnos de Sevilla, Fapa, que acaba de celebrar su 25º aniversario y reúne a 608 asociaciones de otros tantos colegios e institutos sevillanos.

Sánchez Vico, empleado de la Tesorería General de la Seguridad Social en Dos Hermanas (Sevilla), estrena su mandato de tres años con el objetivo de ayudar en el camino "hacia una enseñanza pública de calidad". Asegura que la idea extendida entre algunos sectores de la población de que los centros privados son mejores que los públicos es "totalmente incierta". "El nivel del profesorado es, como mínimo, el mismo y, si el centro tiene algún medio más, es porque lo financian los padres", asegura. Pide a la Junta que invierta más en educación -"un bien básico, como la sanidad"-, pero entiende que la escolarización plena "es un avance que cuesta mucho dinero y merece la pena".

El presidente de Fapa valora especialmente la libertad de expresión de la enseñanza pública. "En los centros públicos, toda la comunidad educativa puede expresarse con libertad, mientras que en los privados hay presiones tremendas para que no se publiciten las quejas de los padres", asegura Sánchez Vico.

Entre las reivindicaciones aún no satisfechas de los padres de alumnos andaluces están la gratuidad de los libros de texto, la mejora de la atención a los niños con necesidades especiales y el impulso de un papel más activo del servicio de inspección de centros.

En lado opuesto, en el de los deseos cumplidos, tanto desde la federación andaluza como desde la sevillana se aplaude especialmente el Plan de Apertura de Centros. En Andalucía hay ya 740 colegios públicos que abren sus puertas a las 7.30 para que los padres que trabajen puedan dejar a sus hijos antes de que comiencen las clases y que cuentan con comedores y programas especiales de actividades extraescolares por las tardes. "Uno de nuestros objetivos a corto plazo es incrementar el número de centros integrados en este plan", señala la presidenta de Codapa.

Las demandas siguen siendo muchas, advierte, pero se aprecian cambios gratificantes en los 20 años de participación de los padres. "Antes no teníamos voz, ahora queremos que la participación sea cada vez más efectiva", subraya Mercedes González. "Hace 20 años se pedía que hubiera colegios públicos, ahora hay uno en cada barrio y en cada pueblo. Y luchamos por que se mejoren los servicios, bajar la ratio, que haya gimnasios y laboratorios, demandas que ni se planteaban antes", apunta Sánchez Vico.