Tres consejerías no envían proyectos de ley al Parlamento desde 1998
Medio Ambiente, Cultura y Educación tienen a cero su producción
La crispación política y, sobre todo, la falta de una mayoría suficiente de los partidos del Gobierno en la Cámara vasca son algunas de las causas de la baja productividad legislativa del Parlamento en las dos legislaturas que Juan José Ibarretxe lleva como lehendakari. Pero otro de los motivos es que los departamentos apenas han enviado proyectos de ley al Parlamento. Las consejerías de Medio Ambiente, Educación y Cultura no han remitido ni un solo texto legislativo a la Cámara desde que Ibarretxe fue investido lehendakari por primera vez en 1998.
Estos departamentos tienen a cero desde entonces su producción legislativa, a pesar de llevar en sus manos importantes cuestiones sobre las que es preciso legislar. El resto de consejerías ha remitido, en mayor o menor medida, alguna iniciativa a la Cámara. En total, desde noviembre de 1998, han pasado por el registro del Parlamento 32 proyectos de ley del Gobierno, de los que finalmente 24 se han convertido en ley.
El calendario legislativo elaborado por el Ejecutivo para esta legislatura les asigna a las consejerías de Medio Ambiente, Cultura y Educación importantes proyectos. Por ejemplo, las leyes del Agua (Medio Ambiente), de Universidades (Educación) y las de bibliotecas, museos y audiovisual (Cultura). Varios de estos proyectos ya figuraban en el calendario de la pasada legislatura. Educación es el único departamento que está a punto de salir de esta clasificación negativa, ya que en julio el Consejo de Gobierno aprobó el proyecto de ley de Universidades, pero no entrará en la Cámara hasta que en septiembre se reanude la actividad parlamentaria.
Especialmente esperada es la ley de Aguas, que nunca termina de ver la luz. Hay un cuarto departamento, el de Interior, que se ha salvado por poco de entrar en la lista, ya que hace unos meses envió el proyecto que modifica la Ley de Elecciones al Parlamento vasco para permitir que interventores de otras provincias controlen las mesas electorales de los colegios vascos. La iniciativa, destinada a contrarrestar la presión de los violentos contra los partidos no nacionalistas, se convirtió en ley gracias al amplio consenso que ya concitaba de antemano. Pero a Interior aún le quedan otros importantes retos, como la modificación de la Ley de Policía y la implantación del voto electrónico.
Ejecutivos en minoría
El primer y acortado mandato de Ibarretxe (noviembre de 1998-marzo de 2001) se saldó con la remisión al Parlamento de un total de 12 proyectos de ley. La falta de una mayoría parlamentaria suficiente por parte del Ejecutivo nacionalisa (PNV-EA) produjo un colapso en la gobernación por la falta de apoyos. Durante ese periodo, el Gobierno envió 12 proyectos de ley, aunque fueron 15 las leyes que se aprobaron debido a que los grupos parlamentarios presentaron por su cuenta tres proposiciones de ley que salieron adelante.
El departamento más productivo fue el de Hacienda y Administración Pública, que mandó cuatro, aunque de ellos tan sólo uno tiene auténtica relevancia: el de Presupuestos del año 2000. Los otros tres se refieren a la liquidación de los Presupuestos de 1996 y 1997 y a la aprobación de medidas complementarias al Presupuesto de 1999. La consejería de Justicia, Empleo y Seguridad Social también remitió cuatro iniciativas legislativas, pero dos de ellas no ofrecían ninguna complicación, como la creación de los colegios de fisioterapeutas y de ingenieros en informática.
Los otros dos proyectos sí tenían más contenido, aunque ambos eran modificaciones de leyes ya existentes, la de Cooperativas y de la Exclusión Social. Transportes, con el proyecto de ley del Taxi, fue el único que en realidad promovió una norma nueva, aunque de limitada trascendencia social.
La tónica no ha variado durante la actual legislatura, iniciada en junio de 2001 con un nuevo Gobierno PNV-EA y el añadido de IU, que tampoco le da mayoría absoluta en la Cámara. Hasta la fecha, los departamentos han enviado al Parlamento un total de 20 proyectos; 19 con más precisión, porque uno e ellos, la modificación de la ley que regula el Plan de Carreteras, es el mismo que Transportes presentó la legislatura anterior y que al final decayó al disolverse la Cámara por la convocatoria anticipada de elecciones.
De esos 19 textos, un total de 12 ya se han convertido en leyes. Hacienda, de nuevo, es la consejería que más trabajo ha dado al Parlamento, con seis proyectos tramitados. Los más importantes son la modificación de la Ley de Cajas de Euskadi y los Presupuestos de 2003, aprobados de chiripa por un retraso del popular Mayor Oreja. A diferencia de la legislatura pasada, Vicepresidencia ha presentado hasta tres proyectos, pero ninguno de ellos ha podido ser debatido. Todos ellos entraron en el registro de la Cámara en la recta final del pasado periodo de sesiones, por lo que serán debatidos en octubre.
Sanidad ha logrado sacar adelante el único proyecto que ha enviado durante estos años, el del Testamento Vital, mientras que Agricultura sigue sin saber cuándo se debatirá su iniciativa sobre ordenación vitivinícola. La Comisión Arbitral estudia las reclamaciones que ha hecho sobre esta cuestión la Diputación de Álava.
