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Crónica:ATLETISMO | Campeonatos del Mundo de París
Crónica
Texto informativo con interpretación

¡Vaya día para los españoles!

Pestano, en disco, único atleta que sale airoso tras el fracaso en marcha, triple y 400 metros

Carlos Arribas

El atletismo español continuó ayer dando aliento a los pesimistas que prevén una cosecha de medallas y de finalistas similar a la de las épocas famélicas. Las noticias negativas madrugaron. A las 9.30 tres animosas mujeres -María Vasco, aureolada en Sydney, Mari Cruz Díaz, retornada a la competición, y Teresa Gargallo- comenzaron a disputar los 20 kilómetros marcha. Apenas 40 minutos y ocho kilómetros más tarde, las tres eran una sombra triste y alicaída fuera de la competición. María Vasco se retiró porque estaba hecha polvo. "No sé qué me ha pasado", explicó, "pero anoche tardé muchísimo en dormirme. Estaba más nerviosa que una juvenil. Y eso es extraño porque ya tengo experiencia y tampoco tenía una presión excesiva. Así que cuando empecé a andar ya estaba cansada. Sentía la tripa hinchada, como un apósito pegado a un costado, la llevaba de medio lado. Total, que decidí abandonar porque no iba a ningún sitio". Hace unos meses Vasco rompió con su entrenador Josep Marín y decidió entrenarse ella sola, siguiendo en todo caso los consejos de su novio, José Antonio González, también marchador. La debutante Gargallo también vio que no era su día. "A los siete kilómetros vi que andaba fatal y que todavía me quedaban 13, y me entraron sudores fríos sólo de pensarlo. Así que lo dejé", explicó. Mari Cruz Díaz dijo que estaba haciendo una carrera de menos a más, y que se animó y que empezó a adelantar a rezagadas, y que llegó a ponerse la séptima. "Pero entonces los jueces ya me mostraron la tercera advertencia y me eliminaron".

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Por la tarde siguieron los fracasos. Carlota Castrejana quedó eliminada en la previa de triple salto -anduvo lejos de los 14 metros cuando se pedía una mínima de 14,10 metros, una marca que estaba a su alcance- y David Canal no pudo con las semifinales de 400 metros, un muro que ya se sabía imposible. Para clasificarse habría debido bajar de 44,9 segundos, lo que habría supuesto una hazaña histórica para el atletismo español, pero Canal, que ya ha bajado esta temporada hasta 45,01s, se quedó en 45,63, marca similar a la que le eliminó hace un par de años del Mundial de Edmonton, cuando decía que era joven -tenía 23 años- y no cesaba de progresar.

Sólo Mario Pestano, que se arriesgó a una lesión para clasificarse en la final de disco, salvó la jornada de miserias.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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