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Entrevista:RICHARD MARKHAM | Vicepresidente de Aventis

"La diferencia de los precios farmacéuticos es muy amplia en la UE"

Fernando Gualdoni

Richard Markham, neoyorquino de 53 años, es vicepresidente de Aventis, la empresa surgida de la fusión del grupo alemán Hoechst y el francés Rhône-Poulenc, y que ocupa el segundo puesto entre los mayores grupos en el sector farmacéutico y de productos químicos agrícolas internacional, justo detrás de la estadounidense Merck. Markham cree que de la próxima cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún, en septiembre, saldrá el acuerdo que permitirá a los países pobres acceder a medicamentos a bajo coste o fabricarlos sin pagar patentes. También cree que no es descabellado que Bruselas estudie la posibilidad de estrechar las grandes diferencias de precios de los medicamentos que hay en la UE.

Pregunta. Uno de los temas más polémicos que debatirán los 146 países miembros de la OMC en Cancún será el del acceso a medicinas a bajo coste para los más pobres y la posibilidad de que países en vías de desarrollo puedan producir genéricos. ¿Cuál es la posición de Aventis?

Respuesta. Creo que las condiciones para que esta iniciativa salga adelante, están dadas. La industria farmacéutica nunca se ha opuesto a ella. Sin embargo, lo que nos preocupa es que, al margen del acuerdo que se alcance, éste se implemente para lograr el fin para el que fue pactado. Esto es, que esos genéricos lleguen a la gente que realmente los necesita y especialmente en países que no tengan las infraestructuras necesarias para fabricar estos medicamentos. Lo que no queremos es que este acuerdo sea utilizado por industrias en países relativamente desarrollados para beneficiarse de la libertad de disponer de las patentes. Estamos trabajando con diferentes gobiernos para encontrar el modo de garantizar que esos medicamentos serán para las personas que los necesitan, aún cuando éstos deban ser producir en otro país en vías de desarrollo y luego importarlos, siempre y cuando haya una emergencia sanitaria en el país que compra las medicinas y no los reexporte a su vez, a un tercer país. Soy optimista y creo que habrá un acuerdo sobre este tema en la cumbre de Cancún.

P. ¿Su empresa cedería sus tratamientos contra la malaria con estas garantías?

R. Las patentes de los tres tratamientos que tenemos contra la malaria han caducado, por lo que son de libre acceso. En todo caso el acuerdo se aplicaría a nuevos tratamientos... ¿Sabe qué es lo más curioso de este debate?, que la gran mayoría de los medicamentos que se requieren para aliviar a los más necesitados no están patentados o sus licencias ha expirado hace tiempo. Sin embargo, y es obviamente lo crucial de todo esto, las patentes de los tratamientos contra el sida están vigentes y muchos países, en especial en África, necesitan estas medicinas.

P. ¿A cambio buscan que las autoridades sanitarias aceleren la aprobación las patentes de nuevos medicamentos?

R. La duración de una patente de un nuevo medicamento desde que se inscribe está entre los 17 y los 20 años, dependiendo del país, pero si se descuenta el tiempo en que las autoridades tardan en dar el visto bueno para que ese nuevo medicamento se venda, la vida comercial de una patente está en torno a los 10 años. Es cierto que si el periodo de aprobación se acelera, la vida comercial de una patente sería más larga y los ingresos podrían ser invertidos en más investigación.

P. ¿Si se acelera el proceso, compensarían las pérdidas que les producen los genéricos?

R. Hmmmm, qué... perdón.

P. Por ejemplo, el producto estrella de su compañía es un antiestamínico llamado Allegra, y una compañía, a la que Aventis ha demandado, quiere producir el genérico antes de que se cumpla el plazo de caducidad de la patente. ¿Si esta empresa gana el juicio, cuánto perdería Aventis?

R. Tenemos varias patentes de distintas versiones de Allegra, algunos expiran en 2004 y otros en 2012 y esta empresa que usted menciona ha cuestionado la validez del periodo de duración de estas patentes, por eso hay un juicio. Nosotros creemos que el juez nos dará la razón pero si no es así, entonces la compañía reducirá su inversión en el mejoramiento de Allegra en unos 800 millones de euros.

P. ¿Y el efecto en las cuentas?

R. Bueno, Allegra representa el 9% del total de las ventas de Aventis en EE UU y si se autoriza a una empresa de genéricos a producir este medicamento, cosa que insisto no sucederá, la empresa seguirá siendo rentable en el primer año tras la decisión judicial y, en el segundo año, recuperaremos el ritmo de crecimiento de nuestros beneficios.

P. ¿Qué le parece la iniciativa que estudia la Comisión Europea para unificar los precios de algunos medicamentos?

R. Bueno, primero leí en la prensa que había una iniciativa para equilibrar los precios de los medicamentos en la UE había partido desde Bruselas y más tarde leí que esta propuesta no había existido nunca. A corto plazo soy bastante escéptico de que se logre un acuerdo para igualar los precios de los medicamentos, pero es lógico que se estudie porque hay fuertes diferencias de precio de los mismos medicamentos en distintos países de la UE.

P. ¿Está de acuerdo entonces en que deberían igualarse?

R. No, en lo que creo es que se deje a la compañía farmacéutica poner libremente el precio y que el país decida cuánto reembolsará al ciudadano.

P. ¿Esta diferencia de precios es lo que estimula el comercio paralelo en España?

R. Usted se refiere a los medicamentos que se exportan de Alemania a España y regresan al mercado alemán de la mano de un distribuidor a un precio más bajo, supongo. Bueno, es perfectamente legal este comercio, pero hay que recordar que el distribuidor se queda con el dinero y ya está, mientras que Aventis lo invertiría en desarrollo.

Richard Markham, en un momento de la entrevista.
Richard Markham, en un momento de la entrevista.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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