Feminismo angelical

"Son guapas, patean culos y, además, trabajan para Charlie". La frase forma parte de la gigantesca campaña publicitaria que acompaña a Los Ángeles de Charlie. Al límite, segunda parte de la película que protagonizan Drew Barrymore, Cameron Díaz y Lucy Liu, y secuela de la famosa serie de televisión que en los años setenta interpretaron Farraw Fawcett, Kate Jackson y Jacklyn Smith. Efectivamente, son muy guapas, "y poderosas", aseguró ayer en Madrid Drew Barrymore, "de una manera no alienante", añadió, "de una manera que puede ser un ejemplo para chicas y mujeres".

Barrymore retocó su maquillaje ante los periodistas, con camisa masculina, pantalón y jersey, meneó la melena rubia y añadió: "Nos gustan las mujeres que se sienten orgullosas de sí mismas, que son fuertes, muy mujeres, muy sexys". Barrymore, ángel de Charlie y coproductora de la película, fue ayer ante más de ciento cincuenta periodistas la voz cantante de las tres actrices "y amigas", que recorren Europa promocionando esta superproducción de Hollywood que la crítica de The New York Times ha definido como algo parecido a comerse "un bol de cereales de miel empapados en Red Bull, un sabor de mareante e ingenua estupidez".

"Aprecio las fantasías de los hombres porque las mías son parecidas", asegura Drew Barrymore

"Hemos hecho esta película por amistad, porque juntas nos lo pasamos muy bien", dice la sonriente Cameron Díaz. Alta y delgada, reconoce que retocaron el azul de sus ojos en las escenas de playa: "El exceso de luz los blanqueaba, parecía Lucifer, así que añadieron unas gotas de color, de mi color de ojos". Entre las dos rubias, la neoyorquina Lucy Liu (una oriental que debutó en el teatro haciendo Alicia en el país de las maravillas) permaneció discreta y más callada: "Sólo puedo decir que trabajar así, rodeada de tus mejores amigas, es una experiencia increíble". Las tres actrices llegaron a Madrid ayer de madrugada desde Londres. Anoche ya dormían en Roma con su séquito de maquilladores, peluqueros, estilistas y guardaespaldas. "Estamos felices de viajar con esta película, que es una celebración de la vida", aseguran.

Dirigida por un crack del videoclip, McG, Los Ángeles de Charlie 2 (que en España se estrena el próximo 11 de julio con 480 copias) presenta a tres heroínas "tecnológicas, tres mujeres de este tiempo", explica Barrymore. Las nuevas Ángeles de Charlie vuelan como Superman y son indestructibles como Terminator. Tienen igual pericia con la tabla de surf que con los tacones. Les gusta el motocross, aunque su casco sea rosa y con purpurina, y se defienden igual bailando con medias de rejilla en un cabaré que con un mono de trabajo en unos astilleros. Repiten sin descanso que están "muy, muy locas". Juegan a cierta ambigüedad sexual ("nada es mejor que tener amigas", dicen) y ligan con chicos malos o tontos.

La mala de película, una imponente Demi Moore (la estrella acudió al estreno en Los Ángeles con sus tres hijas, su ex, Bruce Willis, y su nuevo novio, de 25 años), es mala "porque no tiene amigas". "Bruce no cobró por su aparición en el filme", explicó ayer Drew Barrymore, "a cambio hemos hecho un anuncio para su fundación de niños huérfanos".

Barrymore, que no dejó en ningún momento su papel de portavoz, defendió la película como una comedia "para todos los públicos: con la acción que gusta a los hombres, chicas sexys y con determinación para ejemplo de las mujeres y mucho humor, un ingrediente universal".

"No creo que esta película responda a ninguna fantasía masculina; en cualquier caso, aprecio las fantasías de los hombres porque las mías son parecidas. Si a los hombres les gusta imaginar mujeres poderosas como éstas me parece estupendo", continuó la actriz. "Son mujeres seguras, añadió Cameron Díaz, "que se ríen de sí mismas, a las que les gusta la aventura y la vida, que no compiten con sus amigas: las quieren. También quieren a su famila". "Ser un ángel", concluyó Lucy Liu, "es formar parte de un grupo de amigas. Tus amigas te salvarán".