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Los grandes bancos inician otra guerra del crédito

Caja Madrid es la única caja que acepta la ofensiva crediticia iniciada por BBVA y SCH

Caja Madrid ha decidido revisar su oferta hipotecaria y participar en la ofensiva lanzada por el BBVA y secundada por el Santander Central Hispano y Banco Sabadell. Se trata de la primera caja que da este paso de un sector que hasta el momento prefiere hacer oídos sordos al envite de los dos grandes grupos bancarios. La aparente pasividad de las cajas pondría de manifiesto su confianza en seguir manteniendo su liderazgo.

La inversión crediticia ha tenido una evolución muy dinámica, con un crecimiento del 13% interanual en 2002, debido a la bajada de tipos
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El BBVA sorprendió al sistema financiero con el reciente lanzamiento de un abanico de hipotecas a tipos fijo y mixto reducidos y con unos plazos de amortización hasta ahora sólo aplicables a las de tipo variable. Esta iniciativa, adoptada en un entorno de sobrevaloración del sector inmobiliario sobre el que algunos especialistas han alertado del riesgo de formación de una burbuja de consecuencias imprevisibles, podría coadyuvar a reducir los riesgos de un pinchazo por un empeoramiento de las condiciones financieras de las familias; pero, al mismo tiempo, podría anticipar una pugna entre bancos y cajas en el mercado hipotecario, un negocio que en 2002 concentró el 53% del total del crédito al sector privado residente, unos 350.000 millones de euros en balance, según datos del Banco de España.

Las razones del BBVA para recuperar las hipotecas fijas o mixtas rozan el cálculo psicológico. Cuenta el banco con que está aumentando la inseguridad de las familias respecto a sus ingresos, rentas y compromisos de pago; temen que no podrán pagar su cuota mensual cuando se produzcan las temidas subidas de tipos de interés. Por lo tanto, el mercado recibirá con avidez cualquier iniciativa que asegure el monto de la deuda. El tipo fijo permitirá a una familia confiar en que si hoy puede pagar el recibo de su hipoteca, podrá hacer frente a los pagos en el futuro aunque su situación no mejore.

El SCH respondió a la iniciativa del BBVA con nuevas ofertas hipotecarias de productos mixtos -tipo fijo abaratado al 2,75% durante los tres primeros años de vida del crédito y un tipo variable a partir del tercer año- cuyo sentido político respondía a los mismos impulsos que la oferta del BBVA: recuperar la iniciativa financiera y el liderazgo en el mercado del crédito. Los estrategas de ambos bancos están convencidos de que la próxima ganancia de cuota de mercado se decidirá en el campo del crédito, y concretamente en el área del crédito hipotecario.

Cajamadrid entra en liza

Es evidente que las apuestas de BBVA y SCH -que, como en otras ocasiones y batallas, tienden a igualarse- sólo serán ganadoras si los tipos de interés suben; en caso contrario, si durante un periodo de tiempo razonable el coste de los créditos sigue bajando, las ofertas de fijos fracasarán.

Pero, salvo Caja Madrid, con una cuota del 8,7% en el mercado hipotecario, ninguna otra caja ha decidido involucrarse en esta batalla.

"El elevado nivel de endeudamiento de las familias, derivado de los actuales precios de la vivienda, así como el escenario de tipos especialmente bajos y la posibilidad de que en el medio y largo plazo se produzca un repunte, está generando una creciente incertidumbre entre los consumidores que se plantean la posibildiad de garantizarse una estabilidad en los tipos de interés", señaló la entidad madrileña.

Por su parte, la mayor caja de ahorros, La Caixa, con el 11% de cuota hipotecaria, se reafirma en mantener su oferta, pero "renovándola continuamente".

"No vamos a entrar en la guerra. Nuestra filosofía es tener un trato personalizado en la contratación de la hipoteca donde hay un margen de negociación con el cliente. La oferta final se perfila en la oficina. No hemos lanzado nada nuevo; tenemos desde hace tiempo hipotecas a tipo fijo", declararon fuentes de La Caixa.

En los últimos años, el sector de cajas ha logrado ganar lentamente cuota en el mercado doméstico a costa de los bancos, especialmente de los dos grandes, cuya estrategia de expansión en Iberoamérica ha tenido un elevado coste en pérdida de cuota que ahora están tratando de recuperar con una política comercial más agresiva, como la ampliación de la gama de hipotecas. El BBVA afirma que su iniciativa "no es una provocación", sino un movimiento anticipatorio del cambio de sesgo de la política monetaria del BCE que acabará por producirse, y una oportunidad para ampliar la base de clientes.

En el último cuatrienio, las cajas han incrementado su balance en 3,4 puntos, hasta alcanzar el 38,1%, mientras que los bancos cedieron casi cinco puntos, hasta el 46,2%. Las cajas, que gestionan el 45% del sistema crediticio, también aumentaron su peso en depósitos, y los bancos, en préstamos, si bien las primeras siguen ostentando una posición dominante en hipotecas a pesar de que los tipos de interés que aplican son superiores a los de la banca, pero con un ritmo de reducción más rápido que el de sus competidores (en 2002 los bajaron 104 puntos básicos frente a 87 los bancos). En marzo, el tipo hipotecario a más de tres años de las cajas era de media del 4,07%, frente al 3,88% de la banca, según el Banco de España.

Un balance diferente

La apuesta hipotecaria irrumpe tras un rápido e intenso cambio del mix del mercado español, donde los créditos a tipo variable (hipotecarios y no hipotecarios) han pasado del 50% del total al 67,3% en los tres últimos años. En 2002, alrededor del 70% de los créditos hipotecarios estaban suscritos a tipo variable. La inversión crediticia ha tenido una evolución muy dinámica, con tasas de crecimiento de dos dígitos (13% interanual en 2002), por la bajada de tipos propiciada por el BCE y el aumento de la demanda inmobiliaria.

Sin embargo, la otra cara de este perfil es la vulnerabilidad de las familias y entidades a cualquier variación de la política monetaria. Así, si se dan nuevos recortes de tipos, como anticipan algunos expertos, los márgenes de las entidades financieras seguirán reduciéndose, especialmente el de las cajas, cuya cartera crediticia está en un 76% a tipos variables, muy superior al 58% de la banca.

En sentido contrario, cuando la política monetaria invierta la tendencia, las familias españolas, que se encuentran ahora al borde de su capacidad financiera, podrían verse con serias dificultades para devolver unos créditos más caros lo que podría dar lugar a la aparición de morosidad.

El sector financiero mira con interés el primer movimiento de una caja de ahorros, un sector claramente ganador en el negocio minorista, que está recibiendo fuertes críticas desde la banca y los ámbitos oficiales por querer estar sólo a las maduras y que se defiende señalando que son mejores y que abren sus puertas a pequeños empresarios y familias que los bancos no quieren.

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