Decae el entusiasmo
La posibilidad de un cambio escénico inmediato, en cuanto a los tipos de interés se refiere, mantiene en vilo a los mercados de valores, en los que los inversores tan pronto se dejan llevar por el entusiasmo que despiertan los indicadores de expectativas como deciden tomar beneficios, desanimados por aquellos que reflejan la marcha de la economía real.
A estas alturas, el cambio de ciclo que adelantan algunos índices no despierta mucha confianza entre los inversores, tras más de un año de constantes retrasos del momento del despegue. Expertos del mercado coinciden con esa forma de ver las cosas y llaman la atención sobre el hecho de que la mayoría de los indicadores de tendencia se encuentran por debajo de la media de los seis últimos meses y algunos ni siquiera llegan a la media anual.
La ausencia de datos económicos en esta jornada que reforzaran una opción concreta fue motivo más que suficiente para que las realizaciones de beneficios pusieran al principal índice del mercado español otra vez muy cerca del nivel de soporte. El Ibex 35 cedió el 0,49% y cerraba en 6.562,90 puntos, coincidiendo plenamente con el comportamiento del resto de los mercados europeos, entre los que sobresalía el descenso de Francfort, que caía el 1,47% poco antes del cierre.
La Bolsa de París cedió el 0,29%, y la de Londres, el 0,33%, dos datos que tanto pueden significar una espera tranquila del desarrollo de los acontecimientos como una adecuada toma de precauciones ante una decisión cuyos resultados tardarán meses en verse.
Tampoco en Estados Unidos veían las cosas muy claras los inversores, posiblemente por no contar con ninguna referencia inmediata en la que apoyar cualquier tipo de decisión. El resultado era un mercado plano en el que el Dow Jones apenas registraba variaciones de más del 0,15%.
La contratación en el Mercado Continuo se mantiene estable en torno a los 1.967,93 millones de euros, con casi 400 millones como aportación de la actividad institucional.
