Ocho de cada 10 menores de tres a seis años que viajan en coche en Barcelona lo hacen sin protección
Los adultos no siempre tienen la paciencia necesaria para sentar a los niños en la silla de seguridad del automóvil y sujetarlos cuando se disponen a realizar un trayecto urbano. Según un estudio realizado conjuntamente por el RACC y la empresa de accesorios infantiles Jané, el 78% de los niños de edades comprendidas entre tres y seis años que viajan en automóvil por la ciudad de Barcelona lo hacen sin cumplir las medidas de seguridad necesarias, una cifra que el RACC calificó de "alarmante" por los riesgos que entraña.
O bien los niños van sentados en la silla de seguridad pero no se les han ajustado las cintas de sujeción, o viajan de pie tras los asientos delanteros o realizan el viaje en brazos de un adulto. En cualquiera de estos casos, el niño puede salir despedido en caso de accidente y sufrir lesiones muy graves.
Una nueva normativa obliga a proteger a todos los menores de hasta 150 centímetros
El 25% de los coches donde viajan pequeños no disponen de silla de seguridad infantil
La situación de la seguridad infantil no es tan preocupante en lo que se refiere a bebés y a niños muy pequeños, hasta los tres años. En este caso el estudio ha observado un porcentaje de incumplimiento de las normas de seguridad mucho menor, del 12%. Sin embargo, las conclusiones del estudio realizado por el RACC establecen que cada día circulan por la ciudad de Barcelona un total de 33.000 menores de seis años desprotegidos, lo que representa el 40% del total.
El estudio indica que uno de cada cuatro automóviles que transportan niños menores de seis años no lleva instaladas sillas infantiles de retención. Se trata en muchas ocasiones de coches en los que viaja el niño de forma ocasional, por ejemplo el de los abuelos cuando éstos lo llevan al colegio. También hay casos en que el coche utilizado es el habitual, lo que indica, según los autores, que los padres no tienen conciencia del riesgo que comportan los trayectos urbanos.
En muchos casos se emplea inapropiadamente el cinturón de seguridad. Unos 3.500 menores de seis años lo utilizan como protección en lugar de sillas adecuadas a su tamaño. Y como todavía no tienen la altura suficiente, el cinturón los retiene a la altura del cuello o de la cara, no a la del hombro como sería preceptivo. De esta forma, corren el peligro de que el propio cinturón les provoque lesiones en caso de accidente.
El estudio se realizó a través de observaciones efectuadas a la puerta de centros escolares, guarderías y parvularios de P3 y P5 en cuatro ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Valencia y Pamplona. Los encuestadores observaron cómo iban instalados los niños en los coches, tanto a la llegada como a la salida de la escuela. Se utilizó una muestra de 600 observaciones en cada ciudad.
Según otras conclusiones del estudio, en Barcelona los hombres resultan más cuidadosos que las mujeres a la hora de instalar con corrección al niño en el vehículo, si bien la diferencia resulta pequeña. El 65% de los hombres los colocan correctamente, frente al 55% de las mujeres.
La ciudad en la que el estudio observa un comportamiento más seguro en el transporte de los niños es Madrid, seguida de Pamplona y Barcelona. En el otro extremo, Valencia es la ciudad donde los conductores son menos rigurosos, ya que sólo el 6% de los niños viajan correctamente instalados en el vehículo.
En marzo de 2003 entró en vigor una directiva del Parlamento Europeo que en el plazo de tres años obligará a tomar medidas concretas de sujeción aplicables a todos los niños que midan menos de 150 centímetros, con independencia de su edad. Estos niños deberán utilizar sillas especiales de retención o cojines elevadores, según su estatura. En caso de no hacerlo así, el conductor podrá ser multado, y el trayecto, interrumpido. Los países europeos tienen un plazo de tres años para desarrollar la normativa.
El RACC recomienda no relajar las medidas de seguridad en los trayectos urbanos, utilizar siempre sillas de seguridad infantiles homologadas y sujetar al niño con las correas para reducir las consecuencias de un posible accidente. El conjunto de estas normas de seguridad evita nueve de cada 10 lesiones provocadas por accidente en áreas urbanas a una velocidad de 50 kilómetros por hora.
