IU promete una gestión "diferente" marcada por la participación, la vivienda pública y el empleo de calidad
Lo dice rotundamente el lema de campaña de Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba: "Con diferencia". Izquierda Unida comienza estas elecciones con un intento claro de cambiar de imagen. Ya no es la enemiga número uno del PSOE, con el que ha gobernado estos cuatro años en 172 ayuntamientos, ni una fuerza que se dedica sólo a protestar contra el Ejecutivo.
IU tiene mucho poder municipal. Participa, gobernando sola o en coalición, en la dirección de 320 municipios, que suman más de cinco millones de vecinos. Y ahora también, por primera vez, está en los Gobiernos de dos comunidades autónomas (Euskadi y Baleares).
Por eso, uno de los ejes de la campaña, que comenzó ayer en Madrid pero sin pegada de carteles -ecologismo obliga- será ofrecer a los ciudadanos las propuestas diferentes, sus particularidades de gestión.
En sus mítines e intervenciones públicas por toda España, los dirigentes de IU recordarán que en Córdoba o Alcázar de San Juan (Ciudad Real) los alcaldes de la federación de izquierdas han sido pioneros en fórmulas de participación ciudadana (debate presupuestario abierto, referéndum, impulso a las asociaciones).
También, que en Baleares, donde han tenido responsabilidades en Trabajo y Medio Ambiente, han ayudado a reducir drásticamente la siniestralidad laboral y han colaborado en normativas de protección medioambiental de las islas que están entre las más exigentes de Europa.
Otro de los ejemplos, a pesar de la polémica de fondo por la participación de IU en el Gobierno de Juan José Ibarretxe, será la gestión del consejero Javier Madrazo, responsable de Vivienda en Euskadi, que promueve los pisos de protección oficial. También a Madrazo le compete el tratamiento de la inmigración, escasa en el País Vasco. Como ejemplo de la diferencia, IU colocó a un africano, de Benín, al frente de esa área.
Otro modelo que utilizará la coalición de izquierda es el de Rivas Vaciamadrid, un municipio residencial madrileño cuyo alcalde -Fausto Fernández, ahora candidato a la presidencia de la comunidad autónoma- lo ha colocado a la cabeza en porcentaje de viviendas públicas por 1.000 habitantes.
