Moratalla pide ayuda a Chaves para buscar un espacio donde albergar en Granada la fundación García Lorca

El alcalde de Granada, José Moratalla, pedirá hoy en Sevilla al presidente andaluz, Manuel Chaves, ayuda para encontrar un edificio que albergue la fundación García Lorca, creada por los herederos del poeta y que contiene el principal archivo de manuscritos y documentos. Los directivos de la fundación ya han tomado la determinación de trasladar los fondos y la sede desde la Residencia de Estudiantes, en Madrid, a Granada. Sin embargo, todavía quedan por aclarar dos importantes cuestiones: la financiación y el emplazamiento.

A la reunión asistirá también Laura García-Lorca, sobrina del poeta y directora del museo de la Huerta de San Vicente, y la consejera de Cultura, Carmen Calvo. El encuentro servirá para conocer la disponibilidad de la Junta para colaborar en el traslado del centro documental lorquiano más importante.

La situación económica de la fundación pasa por un mal momento hasta el punto de que hace pocos meses tuvo que deshacerse de uno de los cuadros de su patrimonio más importante, el óleo Sifón y botella de ron que Salvador Dalí regaló en los años veinte a Lorca y que aparece fotografiado en imágenes de la época y citado repetidamente en el libro Memorias mías, de Isabel García Lorca. Un banco pagó por él 2,5 millones de euros (unos 440 millones de pesetas).

El Ayuntamiento de Granada baraja tres posibilidades para ubicar la fundación. La que menos probabilidades tiene de éxito consiste en construir un edificio de nueva planta en el centro histórico de Granada. Esta hipótesis choca con la escasez de espacios libres y con el hecho de que todos tengan ya fijado su uso en el plan urbanístico del centro de la ciudad.

La segunda alternativa sería restaurar un edificio histórico y convertirlo en sede de la fundación. Dicho inmueble, sin embargo, no ha sido determinado y en cualquier caso la rehabilitación sería costosa y demoraría el traslado de los fondos durante un tiempo indefinido pero seguramente dilatado. La tercera opción, y la que cuenta con más posibilidades, consiste en construir fuera del centro de la ciudad un inmueble de nueva traza expresamente para acoger los archivos del poeta granadino. Esta posibilidad es la más accesible y seguramente la más barata.

De lo que no cabe duda es de la decisión firme de los responsables de la fundación de trasladar la sede a Granada, tal como ya intentaron en 1986, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte del autor del Romancero gitano. Entonces, las tirantes relaciones entre los herederos del poeta y el entonces alcalde socialista de Granada, Antonio Jara, dieron al traste con una ambiciosa operación que se saldó sólo con la adquisición por parte del municipio de la Huerta de San Vicente, la casa de veraneo de la familia García Lorca, de donde tuvo que huir poco antes de su asesinato y que hoy es un museo.