El Parlament en pleno homenajea a los exiliados republicanos

'No sé si llega tarde, pero a mí este homenaje me ha emocionado desde el primer día. Es una gran satisfacción ver que en Cataluña se ha realizado todo aquello por lo que luchamos y sufrimos'. Rosa Maria Duran i Gili tenía 12 años cuando se marchó de Cataluña con su familia. Después de tres años en Montpellier viajó a México en el barco Nyassa y allí se instaló para siempre. Ayer estuvo en el Parlament de Catalunya con otros 13 exiliados en el acto culminante de la semana de homenaje al exilio organizada por la Generalitat.

Todos los grupos parlamentarios -reunidos ayer en pleno- tomaron la palabra en un homenaje institucional que terminó con un sonoro aplauso. Los 14 exiliados invitados en representación de un colectivo de miles de personas siguieron con emoción las intervenciones de los grupos parlamentarios, que coincidieron en señalar que aunque a menudo se habla del exilio a partir de los grandes nombres de la política y la cultura, la mayoría de las personas que lo sufrieron procedían de clases populares.

Condiciones de acogida

Rafael Ribó, de Iniciativa per Catalunya Verds, aprovechó su intervención para recordar que Cataluña y España deben corresponder 'dando condiciones de acogida' a aquellos que ahora emigran por razones económicas. Josep Lluís Carod Rovira, de Esquerra Republicana, subrayó la necesidad de que el homenaje sea el inicio de la puesta en marcha de medidas prácticas 'para hacer más fácil la vida de los que tuvieron que marchar'. Anteayer, el Parlament aprobó por unanimidad a instancias de ERC una ley pionera en España para facilitar el retorno de exiliados y sus descendientes a Cataluña.

Alberto Fernández Díaz, del Partido Popular, recordó que el exilio afectó durante la guerra civil 'a personas de los dos bandos'. Pasqual Maragall, del Partit dels Socialistes-Ciutadans pel Canvi, aprovechó para volver a esgrimir su propuesta de reforma del Estatut. Ramon Camp, de Convergència i Unió, homenajeó asimismo a Enric Marco y Neus Català, ex deportados a los campos de Flossenburg y Ravensbrück, que acudieron también ayer al Parlament. Fue Marco quien lanzó un '¡viva la República!' mientras resonaban los aplausos a los exiliados en el Parlament.