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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La aventura como tradición

Tal vez era de noche cuando se oyó la voz de Isabel Allende iniciando el relato de un cuento. A la escucha estaban tres niños, y al finalizar la narración uno de ellos (o los tres, quizá) le expresó un deseo de todos. Querían que la escritora les contara una historia que les estuviera dedicada. Tal vez fue así, pues la última novela de Isabel Allende surgió cuando sus nietos le hablaron de su deseo. La ciudad de las bestias se convirtió en la primera novela de la autora pensada para un público eminentemente juvenil, y forma parte de una trilogía.

La novela está dedicada a Alejandro, Andrea y Nicole, y son precisamente esos nombres los que en el libro se adjudican a tres hermanos que han de separarse por una enfermedad de la madre. Álex, el más mayor, se convertirá en protagonista de una aventura que lo llevará al Amazonas con su abuela Kate Cold, una periodista que narra sus experiencias en viajes. Kate es una mujer solitaria y poco dada a los halagos y carantoñas, pero arriesgada y decidida. Sin embargo, la réplica protagonista de Álex le corresponde a Nadia, una niña audaz que domina varios idiomas.

LA CIUDAD DE LAS BESTIAS

Isabel Allende Areté. Barcelona, 2002 300 páginas. 19,90 euros

Hay en el libro de Allende una voluntad decidida por construir una novela de aventuras tradicional. Está el viaje, el adolescente instalado en un hábitat convencional del que debe salir, un misterio que descifrar y un universo reducido de buenos y malos. Todo esto con sus peripecias, desafíos y obstáculos. Además, la aventura se convierte en un viaje iniciático, pues cuando finalice, el adolescente no volverá a ser como antes sino un muchacho más maduro.

A la narración se añade esa determinante seña de identidad de Allende que tiene que ver con la aprehensión de lo prodigioso y que procura a los protagonistas sus principales armas: 'Sueños, intuición y magia'. A través de ese talante literario la autora va modificando el ambiente más natural del relato para introducir pócimas que procuran letargos que permanecen inolvidables -el adolescente se transforma en un jaguar y la niña en un águila que puede alcanzar las cimas más altas- y una descripción minuciosa y etérea del paisaje o del estado de ánimo. Para el joven lector esto puede resultar demasiado elaborado, ávido como está de acción.

La ciudad de las bestias es una novela de aventuras que buscarán los seguidores de Isabel Allende. Una narración que no se detiene aquí, pues si en esta ocasión se viaja al Amazonas, en la próxima entrega el trayecto llevará a las montañas del Himalaya, al Reino del Dragón de Oro. Por lo menos eso es lo que se sugiere en las páginas del libro.

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