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Europa podrá poner a EE UU sanciones comerciales por 4.000 millones

La OMC juzga que Washington ayuda ilegalmente a sus empresas a exportar

Estados Unidos sufrió ayer una derrota en toda regla en su enfrentamiento con la Unión Europea por las ayudas a la exportación que otorga a gigantes industriales como Boeing o Microsoft. La Organización Mundial del Comercio (OMC) dictaminó ayer que Bruselas tiene derecho a penalizar a EE UU con 4.000 millones de dólares (4.080 millones de euros), la mayor sanción jamás fijada por este organismo. Nusrat Nazer, portavoz de la OMC, explicó que la decisión de los árbitros de la institución establece 'una cifra sin precedentes'.

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La decisión de la OMC pone a la Unión Europea en una posición de ventaja en las actuales disputas trasatlánticas, según Christoph Feddersen, abogado experto en comercio internacional consultado por The New York Times. 'Pueden apretar el gatillo de los 4.000 millones cuando quieran', afirma Feddersen.

La OMC ya había dictaminado el pasado enero que el sistema conocido como Foreign Sales Corporations (FSC) -Corporaciones de Ventas al Extranjero- constituyen una subvención encubierta a las exportaciones, y violan las normas del sistema multilateral de comercio actualmente en vigor. El tribunal se inclinó ayer a favor de la Unión, que cifraba los daños sufridos por las empresas europeas en 4.000 millones de dólares.

Las siglas FSC esconden un procedimiento ilegal denunciado por Bruselas en 1997, mediante el que grandes empresas estadounidenses, como Boeing, Disney, Microsoft o Kodak, se benefician de ahorros fiscales de hasta un 30%, lo que representa una ayuda de facto a sus exportaciones.

Las FSC se sitúan normalmente en paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes o las Barbados, por donde las exportaciones pasan sólo de forma nominal. Así, las multinacionales estadounidenses pueden acogerse a una legislación que les permite beneficiarse de exenciones fiscales en EE UU, siempre que tributen en el extranjero.

Washington ya anunció a principios de este año su intención de erradicar este tipo de prácticas, y en teoría el presidente George Bush está trabajando con el Congreso para llevar a cabo una reforma legislativa, y cumplir así con las normas de la OMC. Por ello, el representante de Comercio Exterior estadounidense Robert Zoellick, consideró que la decisión de ayer no tendrá relevancia. Sin embargo, la reforma planteada se enfrenta a la oposición frontal de las grandes corporaciones estadounidenses, que saldrían perjudicadas.

La paciencia europea

El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, expresó su satisfacción ante el arbitraje de la OMC, y añadió que la amenaza de una sanción de 4.000 millones de dólares 'será un gran incentivo para que EE UU elimine este subsidio ilegal a la exportación'. La Unión Europea está por tanto a la espera de la reforma legislativa estadounidense, que preferiría en lugar de aplicar la sanción, según Nikos Zaimis, funcionario del departamento de Comercio. 'Somos pacientes, estamos escuchando a EE UU, pero la paciencia tiene límites', concluyó. Bruselas no quiere aplicar la sanción con todo el vigor que le permite el dictament de ayer de la OMC para no agravar el actual clima de guerra comercial con EE UU, en plena crisis del acero.

El informe aprobado ayer tiene que ser todavía sometido a otro órgano de la OMC, que decidirá la fecha en que puede aplicarse, en caso de que la Unión Europea así lo decida. De ponerse en práctica la sanción, tomaría la forma de tasas del 100% sobre las importaciones de los productos estadounidenses que la Unión juzgue conveniente.

Por el momento, la Comisión Europea consultará a empresas de la Unión durante los dos próximos meses, para establecer una lista de productos de EE UU que podrían ser objeto de la tasa. En noviembre, dicha lista se someterá a los 15 países miembros de la Unión para su aprobación, tras lo que se remitirá a la OMC antes de imponer cualquier sanción. Se espera que el valor de la lista esté bastante lejos del límite de 4.000 millones, aunque si EE UU no elimina la exención fiscal para entonces, la Unión podría aumentar los productos hasta el máximo.

El importe de la sanción, diez veces mayor que cualquier otra establecida jamás la OMC, resuelve el mayor conflicto comercial trasatlántico de la historia en un momento de tensiones entre EE UU y la Unión Europea. El principal litigio, suavizado en las últimas semanas, es la guerra del acero, tras la decisión de Bush de imponer aranceles de hasta el 30%.

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