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Entrevista:VERÓNICA FORQUÉ | Actriz

'La vida de Rita' mezcla risa y amargura'

Siete años ha esperado Verónica Forqué (Madrid, 1955) antes de volver a TVE. En 1995 nacía y se despedía -34 capítulos y ni uno más- la exitosa telecomedia Pepa y Pepe tras superar la barrera de los 6,5 millones de espectadores. 'No hay que cansar a la gente', opina la actriz cuando presenta La vida de Rita, la serie de 13 capítulos por la que apuesta La Primera para la próxima temporada como ya lo hiciera la pasada, y con inmejorables resultados de audiencia, por Cuéntame cómo pasó.

Forqué ya no es la ingenua madre de aquella naïve familia. Ahora es Rita, 'una mujer separada, que se mueve entre la inmadurez y la experiencia, vital, que no ha tirado la toalla, que busca un amor', madre de dos jóvenes: una propia, Berta (María Vázquez, la asistente social pelirroja de Raquel busca su sitio), junto a la que trabaja, y otra hija, ésta en acogida, Leonor (Macarena Gómez, la Susi de Padre Coraje). Rita comparte la propiedad del bar-restaurante-billar que lleva su nombre con dos socios, Samuel (Juan Echanove) y Cucho (Pepón Nieto), hermanos ellos de padre, un viejo actor encarnado por Agustín González. Éste es, a trazos gruesos, el 'enjambre humano' de la comedia.

¿Y qué conecta a los personajes? Como aseguraba Manuel Iborra (realizador y guionista) el pasado mes de junio, al comenzar el rodaje, 'uno de los propósitos de La vida... es que tenga ese 'algo especial' de Pepa y Pepe'. ¿Y qué es ese algo especial del que hablaba Iborra, director de ambas comedias, compañero de Forqué y padre de su hija?: 'Es una mezcla que tiene él de contar las cosas, en la que pasas, en un momento, de troncharte de risa a la siguiente escena, en la que, uff, sientes una amargura, un dolor...', intenta explicar la actriz. Por supuesto, 'tiene mucho que ver con Pepa... -porque ambas las ha escrito y dirigido Manuel-, pero ésta es más heavy. Aunque tampoco sé muy bien lo que va a pasar. Con las funciones de teatro, con las películas, con las series de televisión, hasta que el público no se sienta en la butaca la obra no está terminada'.

Lo que sí sabe la protagonista de Clara y Elena es lo que se siente mientras rueda: 'Cuando empiezas, mucho vértigo, sobre todo en este caso, donde estoy con mi compañero desde hace 20 años, el que escribe los guiones, el que dirige, y yo soy la protagonista... Nos sentimos enormemente responsables. No es como cuando te contrata una empresa para un papel. Esto es al revés. La serie se ha montado alrededor nuestro. Una vez que has meditado sobre eso unas cuantas horas, lo aparcas y te pones a trabajar y a disfrutar'.

Verónica Forqué no escatima elogios para sus compañeros de plató: 'Hemos tenido la suerte de que las personas en las que Manuel pensó cuando estaba escribiendo aceptaron enseguida'. Poco necesita añadir de la profesionalidad de Echanove, Nieto o González, por lo que se extiende hablando con orgullo de María Vázquez ('La miro a los ojos y me pasan muchas cosas, y creo que a ella también') y de Macarena Gómez ('Tiene un talento enorme, y cómo interpreta su papel de espástica...').

Y a ella, ¿el director le exige más que al resto? 'Muchísimo más. Él da por hecho que tengo que estar en cada plano sublime. Y eso es agotador. Cuando no lo consigo a la primera, se mosquea y viene como con el morro: 'Pero, Forqué...'. Todas las parejas tienen una ilusión en común; para nosotros, después de la niña, es desde luego el trabajo'.

Un proyecto muy alejado de aquel que la llevó a protagonizar Ramón y Cajal, la miniserie de TVE dirigida hace 20 años por su padre, José María Forqué, en la que compartió cartel con Adolfo Marsillach, algo que recuerda con melancolía: 'Aprendí tanto en aquel trabajo... A mi padre le dio tantas satisfacciones... Y de pronto Adolfo va y se me muere. ¿Por qué, si yo tenía cosas que hacer con él?'.

'Cuando era más joven era más rebelde y lo cuestionaba todo, a mi padre el primero, teníamos unas peloteras... Ahora, cuando soy actriz, soy actriz. Puedo sugerir en un momento dado, pero si veo que a la primera no cuela me callo. También cuando dirijo me gusta que el actor confíe en mí, esté disponible', reconoce, después de debutar como realizadora de teatro hace dos años con La tentación vive arriba.

Y ahora, como decía al principio, se dedican a disfrutar. Y para ello no han dudado en llevar a los amigos hasta el plató de La vida de Rita: 'Manuel adopta a unos actores y ya es para toda la vida. A mí me tiene muy adoptada', bromea, pero por el bar pasarán 'desde Antonio Resines [ex esposo de Rita] a Jorge Sanz, que va a venir a hacer de mi hermano pequeño, que es militar. Y mis padres, que siempre se están mudando y viajando, son Fernando Delgado y Pilar Bardem. Manuel es una persona muy fiel', presume.

Fiel y trabajador artesanal (escribe, dirige, monta...). 'Cada capítulo es como una película. Así, después de 34 episodios de Pepa y Pepe no podíamos más'. Y eso que en aquella ocasión 'nos dejaron hacer capítulos de media hora. Aquí, Televisión Española no quiere. Nadie entendemos por qué, pero son de una hora. En este tipo de comedias de situación -donde no hay exteriores, sino cuatro decorados-, si el capítulo es muy largo puede resultar un poquito pesado, por muuuy interesante que sea la historia. Este formato, que los americanos han inventado y que hacen divinamente, en Estados Unidos dura media hora, pero se ve que en España no hay tradición de eso', se lamenta.

Que no le discutan a ella, seguidora de un género del que destaca las locuras de los clientes de Cheers, el humor del monologuista Seinfeld y los comienzos de Matrimonio con hijos, 'que me gustaba al principio, pero que ahora es ya demasiado salvaje'. Aunque si pudiera elegir interpretar un papelito, se reservaría para El secreto de Verónica (comedia emitida por Canal +), ahora que ya está metida en la piel de Rita: 'Quizá de todos los personajes que he hecho en mi vida, el que más se parece a la Verónica simpática, extravertida... En este caso, Rita es quizá más extravertida de lo que soy yo. Y muy vital, incluso más vital que yo'.

Verónica Forqué, en uno de los decorados de <b></b><i>La vida de Rita.</i>
Verónica Forqué, en uno de los decorados de La vida de Rita.

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