Las empresas de 'software' SAP y Oracle se enfrentan en la Copa del América
La regata Copa del América hace tiempo que pasó de ser una competición deportiva a una monetaria o tecnológica.
La competición más antigua de la historia tenía el prurito de ser una muestra de los avances tecnológicos de cada país. Bajo ese reclamo, en los años noventa cayeron en la trampa equipos nacionales como los de España, Italia, Francia y Japón, que enterraron (algunos barcos acabaron en el fondo del mar) miles de millones de pesetas. Con el boom económico, los aspirantes a la Copa del América pasaron de ser países a ser millonarios particulares dispuestos a dejarse en el intento unos 72 millones de euros, que es, por término medio, lo que cuesta el capricho.
Para la edición de febrero en aguas de Nueva Zelanda ya están ahorrando, entre otros, Paul Allen, fundador de Microsoft y quinta fortuna mundial; Craig McCaw, pionero de la televisión por cable y de las comunicaciones sin hilos, que participa en el barco One World; Ernesto Bertarelli, presidente de Serono, la mayor compañía europea de biotecnología, que paga el barco suizo Alinghi Challenge, y Patrizio Bertelli, jefe de Prada, pero lo fundamental es el enfrentamiento en el agua de dos empresas que ya se enfrentan en el sector informático: Oracle, con Larry Ellison y su barco Oracle Racing, y SAP, con Hasso Plattner, que apoya al barco poseedor de la Copa, New Zealand.
La regata es, ciertamente, una lucha tecnológica. El barco de Prada ha encargado a Boeing y a otras firmas aeroespaciales el diseño de la quilla.
Oracle tiene un equipo de 135 personas dedicadas al barco, aunque 30 de ellas sólo al diseño. El personal emplea base de datos de Oracle para testar 400 quillas antes de botar los dos barcos que participarán en la regata en aguas de Nueva Zelanda. Cada uno de los barcos contará con 60 sensores que evaluarán el rendimiento de las técnicas de navegación y las piezas del equipamiento.
