Los cortes eléctricos de cada verano
Comienza el verano en Elche y ya hemos padecido los primeros cortes de luz. Ascensores, ordenadores, televisores, cámaras frigoríficas, climatizadores,... multitud de aparatos que usamos a diario pero que de repente mueren para volver a revivir bruscamente mediante reiterados electrochoques.
Cuando nos vemos involucrados en un accidente de tráfico sentimos la necesidad de que nos examine un médico para descartar posibles lesiones internas. Nuestro vehículo también visita el taller en busca de probables daños mecánicos ocultos causados por el accidente. Los gastos derivados de estas comprobaciones se suman a la indemnización que percibirá el afectado.
Las aseguradoras incluyen en sus pólizas de hogar, comercio, industria,... el riesgo de '...daños a aparatos e instalaciones eléctricas por anomalías en el suministro...' Esta cobertura pone de manifiesto la relación existente entre las deficiencias del fluido eléctrico y la posibilidad de que éstas ocasionen averías. Algunos empleados de aseguradoras alardean de esta cobertura ante los posibles clientes cuando en realidad está contemplado en nuestra copia del contrato que nos une a la empresa suministradora de electricidad y que, al igual que refleja el compromiso del usuario a abonar el servicio prestado, la 'eléctrica' está obligada a resarcir el perjuicio causado por la falta, o el exceso, de éste.
Cuando nos quedamos a oscuras sólo intentamos predecir cuál será la causa del apagón, esto demuestra que no somos tan malpensados. Cuando la empresa responsable comunique las causas, ajenas a ella por supuesto, ya tendremos el resultado de nuestra porra.
¿Por qué no obramos de la misma forma ante las compañías eléctricas?
¿Por qué no requerimos a un técnico electricista que inspeccione nuestra instalación y todos los aparatos conectados a ella?
En mi opinión, por lo mismo que nos dejamos cobrar la tinta de la impresora del banco o la caja, por lo mismo que toleramos que las compresas sean consideradas como un artículo de lujo, por lo mismo que llamamos 'servicio de atención al cliente' a los diálogos de besugos que mantenemos con nuestra operadora de telefonía móvil, por lo mismo que asumimos que navegar 'como dios manda' por internet cueste 50 euros al mes, por lo mismo que guardamos la basura en casa cada fin de semana, por lo mismo que consentimos que nuestros dirigentes nos mientan, hipotequen nuestro futuro e incluso alguno se construya un chalé de mas de 3.000 metros cuadrados.
Resumiendo. 'El que no llora no mama'. Pero por favor, lloren ante la teta, no me lloren en el bar.
Se me olvidaba. Lo del Mundial de Corea, una gran injusticia. Buaaaa!
