_
_
_
_
_

Djalminha da un cabezazo a Irureta

Leve agresión del brasileño a su técnico tras discutir por un penalti en un entrenamiento

Xosé Hermida

Una escena de patio de colegio derivó ayer en un grave altercado en el entrenamiento del Deportivo, al dispararse toda la tensión acumulada en los últimos meses entre el centrocampista brasileño Djalminha y el entrenador, Javier Irureta. Djalminha llegó a propinar un leve cabezazo en la frente a Irureta después de armar un enorme alboroto por un penalti que se había señalado en contra de su equipo durante el intrascendente partidillo de entrenamiento. Tras conocer el incidente, el club dejó en manos del técnico la decisión sobre posibles medidas disciplinarias contra el jugador. Irureta prefiere no precipitarse. Se ha tomado un periodo de reflexión antes de decidir el castigo.

Más información
El Depor deja solo a Irureta
Irureta renueva por una temporada como entrenador del Deportivo de La Coruña

Era una mañana anodina en los campos de entrenamiento del Deportivo, en Acea da Má, donde un centenar de personas, entre público y periodistas, comentaba la actualidad futbolística mientras seguía de reojo el partidillo que disputaban los jugadores blanquiazules. De repente, Mauro Silva metió un balón adelantado para Makaay, quien encaró a Nuno y fue derribado por el portero. El segundo entrenador, Francisco Melo, que hacía de árbitro, señaló penalti. Y se montó la marimorena.

Djalminha estalló en cólera y comenzó a increpar a gritos a Melo, quien se encontraba en el medio del campo: '¡Éste es igual que el que no pitaste antes en el otro lado!'. Mientras, Makaay colocaba el balón para lanzar el penalti, pero el brasileño lo evitó golpeando la pelota. Melo acudió a la carrera junto a Djalminha al tiempo que le replicaba: '¡Coño, antes me habré equivocado, pero ahora no!'. El segundo entrenador cogió la pelota y trató de colocarla de nuevo en el punto de penalti. Hasta seis veces la despejó Djalminha para que no se lanzase, mientras algunos compañeros como Fran, Sergio, Djorovic o Capdevila trataban de calmarle.

Irureta, que seguía el partidillo desde una banda, se decidió a intervenir: '¡Vale ya, Djalma, vale ya!'. Pero el jugador se obstinaba en su berrinche, e Irureta, mientras corría a su encuentro, se puso tajante. '¡Vete a la caseta!, ¡a la caseta!', le gritó en repetidas ocasiones. Djalminha se encaró con él e hizo claros gestos de que no se iba a marchar. Y de súbito, inclinó su cabeza hacia delante y embistió la frente del entrenador, que recibió un golpe, 'apenas un roce', según su versión. El preparador físico, José Ángel Franganillo, y uno de los capitanes, Mauro Silva, redujeron a Djalminha, quien persistía en sus increpaciones al entrenador. Entre sus compañeros consiguieron calmarle e Irureta prefirió no forzar más la situación. Aunque estaba en juego el más elemental principio de autoridad, aun a costa de que su gesto se iba a interpretar como de debilidad, Irureta dejó que siguiese el entrenamiento, con el brasileño en el campo, y cinco minutos después mandó a los jugadores a la ducha.

Cuando Djalminha se dirigía al vestuario, estuvo a punto de ser agredido por un aficionado que blandía un paraguas y le gritaba: '¡Chulo!, ¡hijo de puta!, ¡es para matarte!'. Otras personas se sumaron a los insultos al futbolista y expresaron su apoyo al entrenador. 'Irureta, estamos contigo', jalearon al técnico al pasar a su lado.

En el vestuario, Irureta y Djalminha, no se cruzaron palabra, según declararon ambos más tarde. El brasileño apareció ante los periodistas como si tal cosa y proclamó que el asunto no tenía 'mayor trascendencia'. 'No es nada grave, son calentones normales', sostuvo. Irureta también trató de quitar hierro a lo sucedido, aunque dejó claro que los jugadores no pueden cuestionar los 'principios de autoridad y disciplina' y que tomará medidas contra Djalminha 'en el ámbito interno'.

Un portavoz del club se limitó a señalar que el consejo de administración apoyará lo que decida el técnico, quien ayer meditaba una solución para hacer valer su autoridad sin añadir más tensión al ambiente a dos jornadas del final del campeonato, en las que el Deportivo se juega su pase a la Liga de Campeones. Djalminha ha mantenido en los últimos años tensas relaciones con Irureta, aunque esta temporada parecía haberse contenido a pesar de que la gran campaña de Valerón le ha relegado a la suplencia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_