Sin rotaciones pese a las vísperas europeas

'No pierdo la fe', proclamó el entrenador del Deportivo, Javier Irureta, tras la derrota del martes ante el Manchester (0-2) en la Liga de Campeones. Pero aferrarse a ciertas creencias no es incompatible con el realismo, e Irureta confeccionó la alineación de ayer teniendo muy presente lo que dictan los hechos: que sólo un milagro salvaría al Depor de la eliminación europea, lo que convierte la Liga en su última posibilidad para lograr un segundo título esta temporada. Coherente con esa idea, el técnico se olvidó de la cita del miércoles en Manchester, prescindió de las rotaciones y tiró del equipo que ya se ha convertido en titular.

Irureta recurrió al bautizado once del Centenario, el que conquistó la Copa del Rey. Sólo hubo un cambio, forzado por las circunstancias: Naybet estaba sancionado y el técnico no quiso precipitar el regreso de Djorovic, recuperado tras una larga lesión, Romero ocupó el centro de la defensa y cedió su puesto en el lateral izquierdo a Capdevila. Luego entraría Duscher por la temprana lesión de M. Silva.

No sólo en alineación subrayó Irureta la importancia del partido de ayer. La víspera concentró a todos sus jugadores, un gesto que pretendía reforzar la unidad del grupo tras la decepción europea de esta semana.

La actitud de Irureta contrastó con la de Alex Ferguson, su colega del Manchester, que ayer ganó (0-1) en Leicester. Tiene la eliminatoria europea casi en el bolsillo y su equipo metido en una cerrada pugna por el título de Liga con Arsenal y Liverpool, pero Ferguson no ha perdido el respeto al Depor y recurrió a las rotaciones. Titulares indiscutibles como el meta Barthez, el defensa Johnsen y los puntas Giggs y Van Nistelrooy quedaron fuera del equipo inicial.