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Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Bach habla japonés

Masaaki Suzuki y su grupo barroco están de gira por España. Una gira maratoniana que les ha llevado en tres días consecutivos de Barcelona a San Sebastián pasando por Salamanca, y que en este fin de semana les hace recalar en Zaragoza y Valencia. El Bach Collegium Japan se creó en 1990, empezándose a correr por aquí, sobre todo por el boca a boca, sus excelencias cuando empezaron a llegar sus grabaciones de las cantatas en el sello sueco BIS a partir de 1995. Hasta Vicente Molina Foix se hizo eco de su existencia y habló maravillas de ellos en una de sus columnas de opinión de este periódico. En nuestro país se presentaron por primera vez en Santiago de Compostela en el verano de 2000. El pasado miércoles inauguraron musicalmente el renovado y recoleto teatro Liceo de Salamanca, puesto en marcha, después de su recuperación, este mismo mes teatralmente con una representación de Medea, a la que asistió la Reina Sofía.

La Pasión según San Mateo

De Johann Sebastian Bach. Orquesta barroca y coro Bach Collegium Japan. Director: Masaaki Suzuki. Festival de Música Antigua y Religiosa. Teatro Liceo Salamanca, 20 de marzo.

El Bach Collegium Japan toca con instrumentos de época. Su fraseo y su articulación no tienen demasiado que ver con las de los grupos historicistas más asentados. Tienen los japoneses un sonido limpísimo, abusan poco de los contrastes marcados y su discurso musical fluye con una continuidad serena y elegante que incluso roza la dulzura. Su Bach no es nada exótico y, si me apuran, se proyecta como una oración o, más bien, como una plegaria. Es sencillo, más propiamente espiritual que religioso y, en cualquier caso, resulta cercano.

Si los componentes de la orquesta y el coro son mayoritariamente japoneses, los solistas se reparten al cincuenta por ciento entre europeos y orientales. Destacaron, curiosamente, los occidentales: el contratenor inglés Robin Blaze, y los centroeuropeos Gerd Türk (Evangelista) y Ekkehard Abele (Jesús). Una infección estomacal, que al parecer ha afectado a una buena parte del grupo, forzó la sustitución a última hora de la soprano Dominique Labelle por dos cantantes del coro.

Un público de todas las clases, edades y condiciones llenó hasta el último rincón el renacido teatro Liceo. Pocas veces he sido testigo de una concentración tan intensa durante el desarrollo del concierto, y de un estallido de júbilo tan entusiasta en los saludos finales.

La política de precios reducidos -la entrada más cara no supera los 12 euros- ha causado problemas de demanda de entradas, pero también ha favorecido el acceso de un público espontáneo y distendido, que ha vivido una de las obras maestras de la historia de la música con un fervor y un recogimiento verdaderamente sorprendentes.

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