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El 'Festival de Musica Antiqua' recupera la esencia de las versiones originales

El ciclo presenta la ópera 'La Finta Giardiniera', de Mozart

'Bach es la perfección absoluta, el músico indiscutible', afirma el director del Teatro Lope de Vega de Sevilla, Juan Víctor Rodríguez Yagüe. Escuchar a Bach es uno de los alicientes del XIX Festival de Musica Antiqua -escrito así, con una 'grafía de la época medieval'- que se celebra en este teatro. El festival busca difundir las obras de músicos como Bach, Haendel, Vivaldi o Mozart de la forma más cercana a como las idearon y compusieron. Además, realiza una importante labor de estudio e investigación.

El Festival de Musica Antiqua es uno de los primeros de este tipo que se organizaron en España. 'Ha sido un largo recorrido. El festival se puso en marcha cuando en España la afición a la música histórica no era tan grande como ahora. Año tras año se ha conseguido un público que demanda versiones originales con todos sus pros y sus contras. Se gana en autenticidad y se pierde en brillantez de sonido', explica Rodríguez Yagüe. El público suele llenar las 750 localidades del Lope de Vega en las distintas actuaciones de este festival, que cuenta con un presupuesto de alrededor de 180.000 euros que financia el Ayuntamiento. 'Pienso que es un ciclo que prestigia la vida cultural de la ciudad', agrega.

'Es muy interesante poder oír versiones lo más parecidas posibles a lo que los compositores pensaron, idearon y escribieron. El mundo de la música histórica viene de un rechazo a esas versiones que han proliferado y desvirtuado la esencia de la música barroca', señala Rodríguez Yagüe. No hay que olvidar, además, 'el estudio e investigación de las cosas tal como eran en su día, que vive un momento de apogeo', añade. El director del Lope de Vega compara este creciente interés por la música histórica con 'la restauración de la obra pictórica para ver el color que tenía en su origen'.

Otro aspecto que acompaña al auge de festivales de este tipo es la 'recuperación de instrumentos antiguos, que tiene un valor importantísimo'. En efecto, permite 'escuchar los sonidos que hace 300 años se escuchaban en los salones de los palacios y en las iglesias', resalta Rodríguez Yagüe. Vuelven, pues, a ser escuchados instrumentos como los laúdes (se tocaban punteando o hiriendo las cuerdas); las teorbas (sus proporciones eran mayores que las de los antiguos laúdes); las vihuelas (se pulsaban con arco); las zanfonas (se tocaban haciendo dar vueltas con un manubrio a un cilindro armado de púas); y las virginales (eran una variante de la espineta, que, a su vez, era un clavicordio pequeño)... 'Se trata de instrumentos que eran habituales en los siglos XVI y XVII y que hoy están en desuso', recalca el director del Teatro Lope de Vega.

En estas 19 ediciones han pasado por Sevilla unos 150 grupos de música histórica. 'La mayor parte son extranjeros. El núcleo fundamental de música histórica está en Centroeuropa e Inglaterra', comenta Rodríguez Yagüe.

El Festival de Musica Antiqua trae a Sevilla a compositores célebres. 'Bach es la perfección absoluta, el extremo máximo de la polifonía y el mundo barroco. Vivaldi es el colorido italiano de la música veneciana', dice el director del Lope de Vega. 'Mozart es la imaginación llevada a sus últimos extremos. Haendel aglutina el sobrio barroco alemán y el colorido de la música italiana', indica.

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Y también hay un lugar para los descubrimientos. 'En el ciclo del año pasado aparecía una música desconocida incluso para muchos melómanos: la escuela napolitana. Descubres una gran viveza y frescura en esa música. La labor del festival es sacar esas partituras perdidas que no se escuchaban', concluye Rodríguez Yagüe.

Sacerdote Rojo y canciones inglesas

El Festival de Musica Antiqua, que se inició el pasado 2 de marzo con un programa de motetes y cantatas de Bach, presenta hoy a la Wiener Akademie. Dirigida por Martin Haselböck, este conjunto interpreta obras de Haendel y Telemann. Red Priest ofrecerá mañana viernes un programa integrado por obras de Vivaldi, Cima, Castello, Bach, Van Eyck, Biber y Ortiz. Red Priest está formado por Pier Adams (flautas), Julia Bishop (violín), Angela East (violonchelo) y Howard Beach (clave). El grupo toma el nombre de Red Priest (Sacerdote Rojo) de Vivaldi, una de las más importantes figuras del mundo musical barroco. La Orquesta Barroca de Friburgo traerá el próximo domingo uno de los platos más exquisitos del festival. Bajo la dirección de Gottfried van der Goltz, la orquesta ofrecerá una ópera en versión concierto: La Finta Giardiniera, de Mozart. El director del Lope de Vega, Juan Víctor Rodríguez Yagüe, hace hincapié en la importancia de esta actuación. 'Se va a hacer en concierto porque no tenemos medios suficientes para representar una ópera con su escenografía', explica. El tenor John Mark Ainsley interpreta a Don Anchise; la soprano Rebecca Evans encarna a la Marquesa Violante Onesti; el tenor Kobie van Rensburg es el Conde Belfiore; y la soprano Lynne Dawson hace el papel de Arminda. La soprano Emma Kirkby y el intérprete de laúd Anthony Rooley ofrecerán el 11 de marzo un programa de canciones inglesas del siglo XVII. Se incluyen canciones de Thomas Campion, Daniel Purcell, Henry Lawes, Maurice Greene y John Blow, entre otros. Finalmente, el festival concluirá el próximo 19 de marzo con la actuación de la Orchestre du Palais Royal. El director Jean-Philippe Sarcos y la solista Sylvie Althaparro ofrecen un programa con obras de Haendel, Mondonville y Vivaldi. Todas las actuaciones se iniciarán a las 21.00.

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