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Vivendi pierde 13.597 millones de euros en 2001 por la depreciación de sus empresas de comunicación

A Vivendi Universal, la segunda compañía de medios y entrenimiento del mundo, que incluye música, cine, televisión y vídeo, le está pasando factura su política de compras de los últimos años. La multinacional francesa perdió el pasado año 13.597 millones de euros, debido fundamentalmente a la pérdida de valor de sus últimas y sonadas adquisiciones, como Seagram y Canal Plus.

Las abultadas pérdidas, que contrastan con los 2.299 millones de euros que ganó un año antes, se deben principalmente a que incluyen provisiones para amortizar el fondo de comercio (diferencia entre el importe pagado por una sociedad y su valor real contable) por 15.700 millones de euros, para ajustarse a las estrictas normas contables estadounidenses.

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La empresa, dueña de los estudios Universal, ha gastado 50.000 millones de euros en los últimos 18 meses en diversas adquisiciones con el fin de transformar una empresa tradicional de servicios y de abastecimiento de agua en un gigante multimedia capaz de competir con AOL Time Warner. En esa carrera frenética por el liderazgo, la compañía también ha tenido que realizar una provisión de 50.000 millones de dólares para reflejar la caída de su valor desde que adquiriera Time Warner por 124.000 millones de dólares.

En el caso de Vivendi, las mayores provisiones se deben a la adquisición de Canal Plus (6.000 millones de euros), los negocios musicales (3.100 millones), Universal Studios (1.300 millones) y Vivendi Enviroment, la filial de servicios (600 millones).

El presidente de Vivendi, Jean-Marie Messier, aclaró que las provisiones realizadas no suponen ningún cargo en efectivo y, por tanto, no merman la tesorería. La facturación de la compañía se elevó a 57.360 millones de euros, con una subida del 10% respecto al ejercicio precedente a perímetro equivalente (descontando el efecto de compras y cesiones). La mitad de los ingresos provinieron del negocio de medios.

La unidad de negocio de telecomunicaciones, que incluye el operador de móviles francés SFR, fue la que mejor se comportó, con un crecimiento de los ingresos del 24%, hasta los 8.000 millones de euros.

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