Un millar de trabajadores se manifiesta para pedir la salvación de la comarca minera de Huelva

Unos 1.000 mineros se manifestaron ayer por las calles de Huelva tras 39 días consecutivos de lucha en demanda de soluciones para la cuenca minera. La movilización transcurrió pacíficamente. Un amplio contingente de policías antidisturbios vigiló a los mineros. La manifestación partió de dos zonas distintas y confluyó ante la sede de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, donde los mineros permanecieron concentrados durante unas dos horas. El subdelegado del Gobierno central en Huelva, Carmelo San Martín, aseguró que ya hay proyectos para la zona.

Los trabajadores de UGT partieron de la plaza del antiguo estadio y los de CCOO desde el campamento que desde hace ocho días tienen montado en la avenida de Andalucía. Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando los manifestantes comprobaron el elevado número de agentes antidisturbios que vigilaban la puerta de la Subdelegación del Gobierno en Huelva. En ese momento, los manifestantes gritaron: 'Somos mineros, no delincuentes'.

Los secretarios provinciales de UGT y de CC OO, José María Muñoz y José Delgado, respectivamente, mantuvieron una reunión, durante unos 60 minutos, con el subdelegado del Gobierno central en Huelva, Carmelo San Martín. Al finalizar el encuentro José Delgado dijo: 'La movilización ha cumplido con sus objetivos. Carmelo San Martín nos ha transmitido tranquilidad, nos ha asegurado que hay proyectos en marcha. Mantenemos la cautela'.

Los dirigentes sindicales consideran muy positivo que el Foro de la Minería Metálica se vaya a reunir de inmediato en Sevilla para continuar con la búsqueda de soluciones para el sector.

Los trabajadores reclaman el mantenimiento de la actividad minera en la comarca, la puesta en marcha de los planes de prejubilación que se estimen oportunos, la diversificación económica de la zona -que vive de la minería desde hace siglos- y, sobretodo, que 250 mineros que han agotado las prestaciones por desempleo vuelvan a cobrarlas desde el principio, lo que los sindicalistas denominan 'poner el contador a cero'.

En la puerta de la Subdelegación, algunos mineros, con sus banderas rojas, no podían contener cierto estado de ansiedad. 'Esto va fatal, fatal, fatal. Y va a tardar en arreglarse, porque los de ahí arriba no quieren saber nada de lo que ocurre de Despeñaperros para abajo. Nosotros nos conformamos ya con lo que les han dado a los de Boliden', afirmó un trabajador de Minas de Almagrera, la primera empresa minera que privatizó el Gobierno central en España después de 1996.

Una mujer, de unos 35 años, ex telefonista de MRT, se lamentaba: 'Yo soy de las que no tienen ni la paga del paro. No cobro nada. Pero igual de mal que y yo lo está pasando un montón de gente en la comarca. Esperemos que el Gobierno busque una solución y la situación no se radicalice en los pueblos. Hay que evitar ese extremo', dijo.

Otro trabajador, también de Minas de Almagrera, no estaba para bromas: 'A los mineros de Huelva nos tienen discriminados. Parece que todo se lo dan a los de ahí arriba. A nosotros nos queda la mierda y el paro', se lamentó.

Mientras, 13 mineros siguen encerrados desde el 4 de febrero en el interior del pozo de Sotiel Coronada, en Calañas, a 450 metros de profundidad, en apoyo de las reivindicaciones sindicales. José María Muñoz, secretario provincial de UGT, responsabilizó ayer directamente al Gobierno central del deterioro que tan largo encierro pueda acarrear en la salud de esos trabajadores.