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Reportaje:TENIS

La mejor fábrica de jugadores del mundo

Las escuelas españolas despiertan expectación y atraen a las mejores promesas internacionales

A finales de la década de 1980, Pete Fisher decidió que ya no podía enseñar nada más a su alumno y mandó a Pete Sampras a Florida.Cuando llegó era un desconocido, pero el técnico que lo recibió tenía la academia más famosa del mundo: Nick Bollettieri. Allí se encontró con Andre Agassi y con Jim Courier. Los tres estuvieron poco tiempo, pero suficiente para acrecentar el prestigio de la academia de Florida. Allí llegaron Monica Seles y Ana Kurnikova, cuando tenían 11 años.

Pero su prestigio se fue diluyendo entrados los años noventa, y ahora el referente ya no es Florida, sino Barcelona; ya no es Estados Unidos, sino España. Desde 1995, EE UU no logra superar en número a los españoles clasificados entre los 100 primeros del ATP Tour (14-12). La distancia se ha hecho enorme. Este año España ha colocado a 16 jugadores, mientras que Estados Unidos sólo incluyó a ocho, superado también por Argentina y Francia, con nueve.

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'Éste es un referente importante', señala Lluís Bruguera, padre de Sergi, doble campeón de Roland Garros en 1993 y 1994. 'Desde la explosión de Arantxa en 1989 y de mi hijo un poco más tarde, España no ha parado de crear campeones: Carlos Moyà [campeón ayer en el Masters Nacional], Àlex Corretja, Albert Costa, Félix Mantilla, Juan Carlos Ferrero, Tommy Robredo. Y lógicamente, se ha convertido en un referente a escala internacional'.

Bruguera creó la primera academia, pero el abanico se abrió con rapidez y se sumaron las ofertas públicas de las federaciones española (CAR) y catalana. Las instalaciones mejoraron no sólo en Barcelona, sino en todo el país. Aunque la capital catalana sigue siendo el foco central del tenis español, existen otros lugares en los que se trabaja bien y con excelentes resultados: Valencia, Madrid, Mallorca, Canarias.

'Somos la mejor fábrica de jugadores del mundo', asegura Agustí Pujol, presidente de la Federación Española de Tenis, que anualmente aporta 70 millones de pesetas para el funcionamiento del grupo del CAR, que reúne a 11 jugadores encabezados por Tommy Robredo y Marta Marrero, finalistas ayer en el Masters Nacional.

Todo ello ha convertido a España en un país apetecible para las promesas internacionales. 'En mi academia tengo a jugadores de 30 nacionalidades distintas', dice Bruguera, y no es un caso extraño. En España se han formado tenistas del nivel de Marat Safin (11º mundial) y de su hermana Safina, una promesa de futuro. Por las escuelas españolas han pasado Karim Alami, Hicham Arazi, la joven rusa Vakulenko, y jugadores de muchos países financiados por sus federaciones. 'En este sentido', comenta Pujol, 'hay un acuerdo con la Federación Internacional para desarrollar aquí a los jugadores más destacados de países con pocas posibilidades'.

'Muchos profesionales vendrán a Barcelona para preparar la temporada de tierra batida', agrega Javier Duarte, entrenador de Corretja. 'Coria, Gaudio, Santoro, Vinciguerra y el marroquí El Aynoui se ha instalado definitivamente aquí'.

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